Exposición
El Cicus presenta en Sevilla a Sanja Ivekovic, una pionera de la performance y el audiovisual
El centro de la Universidad de Sevilla muestra en una exposición sus primeros trabajos realizados bajo la dictadura de Tito en la antigua Yugoslavia
«Revolucionario» y «pionero» son dos adjetivos recurrentes que el director del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) , Luis Méndez , utiliza cuando se refiere al trabajo de la artista croata Sanja Ivekovic (Zagreb, 1949), pionera de la performance en los años 70 en el asfixiante clima de la dictadura de Tito en la antigua Yugoslavia y precursora en el uso del audiovisual y la documentación del proceso creativo.
La exposición «Meeting Points: Early Performances» presenta hasta el 26 de noviembre en el Cicus seis trabajos realizados entre 1977 y 1979 en los que la artista interactúa tanto con el espacio en el que realiza la acción, como con el público y los diferentes aparatos electrónicos que utiliza.
La muestra de Sanja Ivekovic, a la que el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) dedicó una retrospectiva hace una década, tiene como comisario a Mira Bernabeu y condensa los temas que han dado cuerpo a su trayectoria, como el papel de la mujer en la sociedad, los medios de comunicación y el poder totalitario.
El interés por estas cuestiones le viene desde el inicio de su trayectoria, inscrita dentro del movimiento denominado ‘Nueva Práctica Artística’ de los 70, una generación de artistas de la antigua Yugoslavia que cuestionó el papel de la creación en la sociedad y luchó por la democratización del espacio artístico abandonando las galerías y tomando las calles a través de la performance.
En la inauguración estaba prevista la presencia de Sanja Ivekovic, pero por las restricciones derivadas de la pandemia no pudo viajar a Sevilla, aunque intervino por videoconferencia. De su trabajo, Luis Méndez destaca que en sus performances esta artista busca siempre la « interacción con el público que acude a una galería de arte, buscando su reacción y variando la performance en función de los estímulos recibidos, buscando una espontaneidad absolutamente prohibida en un régimen comunista como el de la antigua Yugoslavia».
Documentar el proceso
Todo el proceso de creación de la performance, así como su desarrollo, Sanja Ivekovic lo documenta con fotografías, ví deo, croquis y planos del proceso de la acción e instrucciones por escrito de cómo realizarla. Este hecho la convierte también en una adelantada de los procesos que se generalizarán en el arte contemporáneo a partir de los años 90.
Otro elemento destacado de estas performances es el uso de lo audiovisual que ejemplifica muy bien el trabajo ‘Inter nos’, en el que la artista busca la interacción con una persona situada en una habitación diferente a través de la imagen que genera un circuito cerrado en la pantalla de un televisor.
Esa interacción entre artista y la imagen televisiva es, a su vez, transmitida a un monitor una tercera sala en la que pueden verla los espectadores , que a su vez pueden tomar el lugar de la persona de la primera habitación y generar nuevas interacciones.
De esta forma, el Cicus presenta los primeros pasos de una artista que busca interpelar a la reflexión al espectador, algo que conseguiría años después, en 2001, con su ‘Lady Rosa of Luxembourg’ , su particular réplica del monumento a la victoria en la I Guerra Mundial de la ciudad francesa y que generó una polémica al introducir una serie de elementos que cuestionaba algunos de los estereotipos más sangrantes que pesan sobre la mujer.
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