Cincuenta años

La base de la colección permanente del CAAC en la Cartuja

En su etapa final, bajo la dirección de Luis López, la institución reivindicó el arte hecho por mujeres

Una obra de Rafael Canogar que forma parte actualmente de la colección del CAAC ABC

J. Morillo

La dimisión de Víctor Pérez Escolano del Museo de Arte Contemporáneo abrió una etapa de gestión gris que se prolongaría hasta la llegada del historiador José Ramón López en 1986. Fueron unos años en los que la actividad de la institución, más allá de alguna exposición temporal, se dedicó a rentabilizar las obras de la colección permanente que había dejado como legado Pérez Escolano.

Esas obras serían la base sobre la que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) , que absorbería al museo tras su cierre en 1997. El CAAC cuenta con 855 obras del museo, entre las que destacan 139 pinturas, 48 esculturas y 639 grabados.

Por el papel que jugó esta institución en la renovación del arte sevillano , el CAAC tenía previsto dedicar una exposición para conmemora sus cincuenta años , que tenía previsto inaugurar el 2 de abril y que ha tenido que pospone r por el estado de alarma generado por el coronavirus .

La muestra tenía previsto centrarse en sus dos momentos principales: el fundacional, de Pérez Escolano; y el tramo final, con el mandato de López, entre 1986 y 1992; y de Luisa López , que estaría al frente desde aquel año hasta la absorción del museo por el CAAC, donde continuó como jefa del servicio de actividades.

En aquellos años 80, relata Luisa López, el museo, ya transferida su gestión a la Junta y situado en la Cilla del Cabildo , recibe un impulso con Javier Torres Vela , como consejero de Cultura, y Bartolomé Ruiz, como director general.

«Ciudad invadida»

«Ellos le dan una vuelta al museo en el sentido de ver qué pasa en los años 80 con el postmodernismo y encargan a Ignacio Tovar , al que pidieron que se quedase en la institución como conservador, una exposición prospectiva sobre qué estaban haciendo entonces los artistas. Fue ‘Ciudad invadida’ u fue un hito del museo».

En los 80, Luisa López se encargaba de los fondos bibliográficos y documentales , vitales en una época en la que no había internet para que los artistas sevillanos conocieran qué se estaba haciendo en la escena artística internacional. «Había poco presupuesto, pero se lograron hacer unas cuatro o cinco exposiciones al año», afirma.

Cuando llega a la dirección, esta especialista logra organizar en el último trimestre de 1992 una exposición sobre la obra del cubista Fernand Léger que fue producción propia y «eso levantó un poco el ánimo de la ciudad una vez terminada la Expo 92 ». En 1993 realizaría otra dedicada al alemán Joseph Beuys , otro hito.

Pero la exposición más recordada de las que organizó Luisa López fue «100%» , dedicada al arte hecho por mujeres . «Me di cuenta de que en la colección del museo, de cerca de 1.000 obras, había solo tres firmadas por mujeres».

Junto a Mar Villaespesa organizó una muestra en la que participaron, entre otras, Pilar Albarracín, Salomé del Campo, Nuria Carrasco, Mercedes Carbonell, Nuria León, Pepa Rubio y Carmen Sigler .

Capítulo aparte merece el catálogo , que se agotó rápidamente porque contaba con una sección de textos teóricos de carácter feminista , muchos de ellos que ese traducían por primera vez en España, a cargo de Nancy Miller, Amelia Jones y Teresa de Laurentis , entre otras.

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