Todos los Rembrandt de Holanda para honrar al precursor de los «selfis»
El país entero se suma a la celebración del 350 aniversario de su muerte con un ambicioso programa de actos
Era el protagonista del día en Holanda . Se inauguraba uno de los platos fuertes de la conmemoración del 350 aniversario de la muerte de su pintor más universal, un héroe nacional. Pero a Rembrandt le salió una dura competencia. El Real Madrid se enfrentaba al Ajax en Ámsterdam en partido de Champions. Y con eso no hay Rembrandt ni Vermeer ni Leonardo que pueda. También trató de hacerle sombra Puigdemont , que sigue de gira y, después de su pantomima en la Berlinale, viajó ayer a Holanda para promocionarse en la Universidad de Groninga. Nos temíamos que pudiera aparecer en cualquier momento en el Rijksmuseum para hablarnos, digamos, de la vena independentista del maestro del claroscuro, pero hubo suerte. Ni rastro de él en Ámsterdam.
Holanda ha tirado la casa por la ventana , sacando el fondo de armario de todos sus Rembrandt, que son muchos y excepcionales. Puede sacar pecho, sin duda. Hace un par de semanas fue el Mauritshuis de La Haya el museo que hizo lo propio. Atesora once autógrafos indiscutibles del pintor, como la espléndida «Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp», «Saúl y David», «Homero» o su último autorretrato, de 1669. Otros cinco lienzos, que en su día entraron en la pinacoteca como auténticos Rembrandt, han perdido el pedigrí y hoy lucen como obra de su taller o de su círculo. Pero hay dos cuadros sobre los que hay serias dudas y que el Mauritshuis, tras exhibirlos con unas cartelas en las que lucen una interrogación, serán restaurados y analizados a fondo. Se trata de dos estudios de anciano. En su día se pensó que se trataba del padre y el hermano del pintor, Adriaen.
Precursor de los «selfis»
Ayer era el Rijksmuseum de Ámsterdam , que atesora la mayor colección del artista en el mundo, el que los reunía. Bajo el título «Todos los Rembrandt», se muestran sus 22 lienzos, 60 dibujos y 300 de los 1.300 grabados que conserva, reunidos por temas: sus primeros logros, su entorno más íntimo, sus retratos de mendigos y vagabundos, sus obras basadas en el Antiguo Testamento... El resultado es abrumador. Hay autorretratos en minúsculos grabados que parecen salidos de un fotomatón. Bien podría considerarse el precursor de los «selfis» . A su lado, dos soberbios autorretratos sobre lienzo: uno, muy audaz, de 1628, el otro, ya anciano, en el que se pintó como el Apóstol Pablo, de 1661.
El Rijks cuenta con obras maestras como «La novia judía», «Marten Soolmans» y «Oopjen Coppit» (maravillosos retratos de un matrimonio, que fueron adquiridos conjuntamente por el Rijksmuseum y el Louvre por 180 millones de euros) y, muy especialmente, «La Ronda de Noche» (1639-1642 ) , única obra que permanece en su sala habitual. Este monumental lienzo, que ha sufrido varios ataques en su vida (fue acuchillado, rociado con ácido...), será restaurado a partir del 8 de julio . Se hará a vista del público, encerrado en un recinto de cristal, al igual que hicieron con «La joven de la perla» en el Mauritshuis . Los trabajos también se podrán seguir online. Antes de su restauración se le ha sometido a un exhaustivo examen. Hay zonas, como la inferior derecha, donde hay un perro, en las que es preciso intervenir. También en julio (el día 15) arranca el proyecto «Larga vida a Rembrandt»: el Rijksmuseum invita a crear obras inspiradas en el maestro. Las seleccionadas por un jurado colgarán en el museo durante el verano.
El lema del año temático es «Rembrandt y el Siglo de Oro holandés», por lo que el artista no estará solo, sino en muy buena compañía. Así, la colaboración entre el Prado y el Rijksmuseum ha dado como resultado una exposición en la que se verán las caras Velázquez y Rembrandt , en un duelo de altura, pero al que asistirán invitados de honor como Vermeer, Murillo, Zurbarán, Frans Hals y Ribera. Será en junio en el Prado y en octubre en el Rijksmuseum. Para su director, Taco Dibbits, Rembrandt fue «el primer artista que nos pintó tal como somos , en nuestra belleza y nuestra fealdad, en nuestra felicidad y nuestra tristeza. Fue un rebelde que no siguió las leyes del arte». Es la tesis de una nueva biografía de Rembrandt (1606-1669), escrita por Jonathan Bikker, conservador de la pinacoteca holandesa, y que fue presentada ayer. Lleva por título «Rembrandt: biografía de un rebelde» . Cree que el pintor «fue el primer hereje del arte. No retrató a jóvenes hermosas, sino a viejas feas, con sus arrugas y sus cicatrices». Le presenta como un artista muy ambicioso que quería ser el mejor del mundo, siempre innovador sin dejar nunca de experimentar».
También en Ámsterdam, la Casa-Museo Rembrandt ha preparado tres exposiciones a lo largo del año. La primera viene a ser algo así como el Facebook del siglo XVII: la red social y familiar que rodeaba al pintor. No era un genio solitario, sino que vivía rodeado de familiares, amigos, colegas, coleccionistas... Muchos de ellos aparecen en esta exposición. Su esposa Saskia, su hijo Titus (el único de los cuatro hijos que tuvo con ella que llegó a la mayoría de edad)... El retrato de éste, préstamo del Museo de Baltimore, es la joya de la muestra. También cuelga un retrato de su amante, Hendrickje, con quien tendría una hija, Cornelia. Se exhibe en la exposición una de las siete cartas conocidas de Rembrandt y preciosos cuadernos de amistades, en los que se dejaban mensajes y dibujos. Amigos de la infancia como Jan Lievens, que retrata a Rembrandt de manera íntima e informal, o Abraham Francen, su mejor amigo; colegas y poderosos coleccionistas, como Jan Six o Arnold Tholinx, que le ayudaron cuando pasaba serios apuros económicos, prestándole dinero o encargándole obras. No le gustaba rodearse de las élites, sino de su círculo más íntimo . Lidewij de Koekkek, directora de este espacio, advierte que Rembrandt «es inmortal. Cada generación ve algo de sí misma reflejada en él. Sigue siendo hoy muy popular».
Intensidad emocional
Las próximas exposiciones de la Casa-Museo estarán centradas en sus predecesores y coetáneos, pero también en artistas modernos que se inspiraron en él como Degas y Picasso, así como en el Laboratorio Rembrandt , donde se podrá descifrar su forma de trabajo. Por cierto, recientemente se ha descubierto el misterioso ingrediente de la pintura de Rembrandt: la plumbonacrita .
Pero, más allá de Ámsterdam y La Haya, toda Holanda se ha volcado en la celebración de la efeméride. Leiden, su ciudad natal, se centrará en el joven Rembrandt. El Museo De Lakenhal, que acaba de ser remozado, repasa sus primeros años como pintor en una exposición que incluirá su pintura más antigua conocida: «El vendedor de gafas», de 1624. Quienes visiten la ciudad podrán acercarse a su escuela, la Universidad donde estudió, su taller... Y el 15 de julio, día de su cumpleaños, más de 2.000 personas formarán su autorretrato, que será filmado desde el cielo. Fuera del país, también hay interesantes proyectos centrados en esta época. El Louvre Abu Dabi inauguró ayer la muestra «Rembrandt, Vermeer y el Siglo de Oro holandés». El museo ha hecho pública la compra de un Rembrandt: un estudio de la figura de Cristo . Y la Fundación Barrié de La Coruña abrirá el 1 de marzo la muestra «Dibujos holandeses y flamencos de la colección del Victoria & Albert Museum», con obras de Rembrandt, Rubens, Van Dyck, Brueghel el Viejo...
Locos todos por Rembrandt y por su pintura, pura intensidad emocional.