El Thyssen se apoya en el arte emergente para repensar el mundo surgido de la pandemia
El museo inaugura temporada con la exposición "Avanzar con paso leve", compuesta por obras realizadas durante el confinamiento por artistas de todo el mundo en las que cobran protagonismo la naturaleza y los saberes ancestrales
A principios del pasado mes de abril, en el peor momento de la pandemia de la Covid-19 en todo el mundo, cuando las cifras de muertos provocaban escalofríos diarios, la escritora Arundhati Roy escribió un artículo en el "Financial Times". Bajo el título de "La pandemia es un portal", la autora de "El dios de las pequeñas cosas" llamaba a aprovechar la pandemia para dejar atrás todo aquello que, en realidad, no necesitamos y emprender un nuevo viaje. Sus palabras fueron una fuente de inspiración para Francesca Thyssen-Bornemisza , fundadora y presidenta de TBA21, la fundación dependiente del museo especializada en arte contemporáneo, y en ellas se basó para poner en marcha el primer proyecto de la pinacoteca tras el confinamiento, la exposición "Avanzar con paso leve" .
En realidad, la muestra, presentada en la sede madrileña del museo, forma parte de "St_age" , una propuesta del Thyssen que tiene una vertiente digital, a través de la web www.stage.tba21.org , y otra física, que es la mencionada exposición, en la que podrán verse algunas de las obras del proyecto. "No creo en la competencia,sino en la unidad. Necesitamos apoyar a los artistas. El mundo del arte también se puede transformar, y esta exposición es prueba de ello. La llamada a la acción de muchas de estas obras es la parte más importante", dijo Francesca Thyssen-Bornemisza desde su domicilio en Suiza. Ese deseo combinado de seguir apoyando a la comunidad artística durante el confinamiento y ceder el protagonismo a los temas de conversación que han tomado relevancia a raíz de la pandemia es el motor espiritual de la exposición.
"La exposición es un diálogo con la plataforma digital en el sentido de que muchas piezas están adaptadas o ampliadas al espacio físico, hay piezas que no se ven en la plataforma, pero que están conectadas", explicó la comisaria de la muestra, Soledad Gutiérrez. El punto de partida fue la pregunta de cómo reforzar redes y construir comunidades de apoyo y solidaridad durante el confinamiento. Así, en la exposición, compuesta por una docena de propuestas, se incluyen trabajos de artistas que ya colaboraban con el Thyssen pero también otros propuestos por instituciones como la Bienal de Shangai, FLORA Colombia, el Centro de arte contemporáneo de Singapur o la Universidad de Bassel.
Las obras se centran en la importancia del medio ambiente, de la naturaleza, y en la recuperación de saberes ancestrales, con los que, hoy más que nunca, debemos volver a dialogar. Todas ellas fueron realizadas durante el confinamiento, la mayoría por artistas emergentes nacidos a partir de los años 80, destacó la comisaria, que reivindicó el arte como agente de cambio. "La belleza ayuda a transmitir mensajes duros", señaló.
Recorrido
El recorrido se abre con una videoinstalación que el artista y cineasta Yeo Siew Hua llevó a cabo durante una festividad tradicional budista y taoísta que honra a los espíritus de los ancestros y está dedicada a los activistas asesinados en defensa del medio ambiente en el Sudeste Asiático. El cierre de la muestra lo protagoniza la artista chilena Patricia Domínguez, con una propuesta política ("La balada de las sirenas secas") surgida de una investigación de más de tres años sobre los conflictos relacionados con la gestión del agua en Latinoamérica.
Por su parte, la estadounidense Courtney Desiree Morris explora la idea de lo sagrado en lo cotidiano y la historia racial de las personas que viajaron de África a Brasil para trabajar como esclavas en "Sopera de Yemaya", mientras que el argentino Eduardo Navarro invita a sumergirse en un estado mental "subacuático" en una serie de tres animaciones de "Octo-Durga", un cefalópodo bailarín. Otros artistas representados en la muestra son: Christian Salablanca (Costa Rica), Nafus Ramírez-Figueroa (Guatemala), Virginie Dupray y Faustin Linyekula (República Democrática de Congo), Dana Awartani (Arabia Saudí), Himali Singh Soin (India), David Soin Tappeser (Alemania), Daniel Steegmann (Barcelona) o Carl Michael Hausswolff (Suecia).
La exposición, que supone la apertura de la temporada para el Museo Thyssen, podrá visitarse en su sede física hasta el 13 de diciembre. La plataforma digital "St_age" la programará unos días más, hasta el 20 de diciembre, pero la idea, de largo recorrido, es albergar doce programas por temporada.