Salen a la luz fotos y un vídeo de dos supuestas obras de Francis Bacon robadas en Madrid en 2015
El investigador holandés Arthur Brand, que los ha hecho públicos hoy en Twitter, dice que los ladrones intentan venderlos por 4 millones de euros y que hay compradores interesados
En su cuenta de Twitter, el célebre investigador holandés Arthur Brand, conocido como el «Indiana Jones del arte» , publicaba esta tarde unas fotos y un vídeo supuestamente de dos obras del pintor británico Francis Bacon robadas en un piso de Madrid en 2015. Concretamente, en el piso de José Capelo, amigo íntimo de Bacon , situado en la plaza de la Encarnación de la capital. De los cinco cuadros robados en dicho piso (fueron un regalo del pintor y están valorados en unos 30 millones de euros ), tres aparecieron en 2017 , pero no se tenía noticias hasta ahora de los dos restantes. «Tengo en mi mano fotos recientes y vídeos. ¿Quién reconoce el apartamento en el vídeo?» , escribe Brand en un tuit. «Estas son las fotos de los dos Bacon desaparecidos. Los ladrones intentan venderlos por 4 millones de euros . Están en contacto con compradores interesados. Esto podría detenerlos», continúa Brand. En el vídeo se aprecian anotaciones y etiquetas en los marcos y un folio en el que aparece escrito a mano «Jason», firmado como «Starbucks Madrid» y con fecha 2020-5-11. Las dos obras aparecen sobre una cama.
Breaking: In 2015 five paintings by Francis Bacon were stolen in Madrid, worth €30 million. The biggest theft of contemporary art in Spain. Three paintings were recovered, two still missing. Got my hand on recent pictures plus video. Who recognises the appartment in video? pic.twitter.com/IbQXFcH4fV
— Arthur Brand (@brand_arthur) January 7, 2021
Fuentes de la investigación confirman a ABC que la Brigada de Patrimonio de la Policía que investiga el caso tiene conocimiento de la existencia del vídeo y de las imágenes y que se están investigando para certificar su autenticidad y poder determinar dónde se hallan los dos cuadros. No resulta nada fácil colocar estas obras en el mercado, puesto que las imágenes están distribuidas por todo el mundo.
Difíciles de vender
Arthur Brand asegura, en una conversación telefónica con este diario, que quienes están tratando de vender los cuadros «son de la misma banda que los que los robaron». «Son listos porque saben lo que hacen, pero al mismo tiempo no tienen ni idea de las consecuencias de lo que están haciendo», asevera.
Brand no quiere revelar el origen de ese vídeo, pero da a entender que está relacionado con el hecho de que los ladrones están intentando vender las pinturas, de lo que es fácil de deducir que podría provenir de alguno de los eventuales compradores a los que han contactado quienes tienen los cuadros en su poder. «Son cuadros que son conocidos, sus fotografías están ahora mismo por todo el mundo, no son fáciles de vender y mi intención con este gesto es intentar evitarlo, porque si logran venderlos entonces hay muchas posibilidades de que no se vuelvan a ver nunca más, que los perdamos para siempre».
Este investigador conoce bien la vinculación de Bacon con España y espera que los cuadros sean recuperados, pero por ahora evita mencionar lo que pudiera saber de las operaciones de la policía ni de lo cerca o lejos de los ladrones que puede estar la operación que ha puesto en marcha con sus revelaciones.
Un robo mediático
En julio de 2016, Cruz Morcillo recreaba en ABC la historia del mediático robo . Lo contaba así: «La primera noticia de que se había cometido el delito llegó a traves de una denuncia presentada en julio en la comisaría de Centro por el dueño, José Capelo, de 59 años . El denunciante explicó que habían entrado en su casa mientras él estaba en Londres . Se habían llevado cinco cuadros, regalo de su amigo Francis Bacon, y una caja fuerte con varias colecciones de monedas, joyas y otros objetos de valor (casi medio millón más) de su lujoso piso en la céntrica Plaza de la Encarnación. Meses después, y tras una ardua y hermética investigación , los agentes sabían que en el cuarto piso de Capelo, en una finca lujosa pero sin cámaras, habían entrado tres personas -existen dudas sobre si pudo haber una cuarta-, que reventaron la sencilla alarma sin mayor dificultad, y se apoderaron con limpieza del botín. Dos de ellos son "robapisos" profesionales y aún no han sido detenidos, según las fuentes consultadas por ABC. El tercero, el que contactó con ellos o los subcontrató -Cristian F. G.- trabaja como conductor para una conocida empresa de alquiler de coches con chófer y pertenece al núcleo duro: él y el tratante Cristóbal diseñaron el latrocinio. Hay un tercer individuo -Ricardo B. H.-, que conoce a Cristóbal del mundo de la noche y "sobrevive a golpe de suerte". Ricardo, apuesto y buscavidas, actuó como intermediario para dar salida a los cuadros e introdujo a Cristóbal en algunos ambientes donde esa posibilidad existía, si bien no se llegó a fraguar el trato. Los otros cuatro detenidos son revendedores, comisionistas con los que se han ido relacionando durante casi un año para vender la jugosa y delicada mercancía».
«En febrero, los investigadores tuvieron un golpe de suerte en un caso en el que nadie ha colaborado como debiera. Una empresa británica dedicada a la búsqueda de tesoros de arte robados informó a la Policía de que les habían hecho una consulta sobre uno de los cuadros desde Sitges (Barcelona). El potencial comprador incorporaba fotos inéditas del anverso y el reverso del óleo con la firma del autor en la parte de atrás, señal inequívoca de que la fotografía se había tomado después del hurto. Averiguaron el módelo de cámara y la fecha de la imagen; localizaron la empresa de alquiler del equipo fotográfico y al arrendatario, que resultó ser Cristóbal el tratante. Y con esa información fue detenido, muy cerca del , junto a Cristian, quien en un alarde de sinceridad había contado a alguien que entró en el piso de Capelo junto a dos ladrones expertos. La persona que envió las fotos a la empresa británica es un marchante de arte de Madrid interesado en comprar junto con su hijo. Ellos dos, otros dos posibles compradores y Ricardo fueron arrestados como encubridores».
«Los agentes intervinieron seis teléfonos móviles y tres ordenadores en los registros de las casas de Cristóbal y de los tres encubridores, además de la agenda del chamarilero, en la que se encontraron datos reveladores para el caso. El magistrado del Juzgado número 48 de Madrid, encargado de la investigación del robo de los cinco Bacon, dejó a los siete detenidos en libertad tras tomarles declaración. Están investigados por robo con fuerza, unos, y por encubrimiento otros. La Policía, que considera a Cristóbal G. C. cabecilla del asalto, tuvo que detenerlos ante la posibilidad de perder el control de los cuadros por un movimiento inminente de los sospechosos. El juez le prohibió salir del territorio nacional (entrega de pasaporte) y dictó comparecencias periódicas en el juzgado».
El enero de 2017, la policía detuvo en Madrid a tres personas más relacionadas con el robo, por el que ya habían sido arrestadas otras siete personas un año antes. En julio de 2017 la Policía recuperó tres de los cinco cuadros . La localización de las obras se logró gracias a la colaboración de una de las diez personas detenidas.