Rembrandt: retrato en claroscuro
El Museo Thyssen inaugura una muestra sobre este género pictórico en Ámsterdam en el siglo XVII
![Detalle de «Mujer con capa de piel, posiblemente Hendrickje Stoffels» (1652), de Rembrandt. National Gallery, Londres](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/02/18/rembrandt-kYdH--1248x698@abc.jpg)
El año pasado se conmemoró el 350 aniversario de la muerte de Rembrandt , el pintor holandés más relevante del siglo XVII. El Rijksmuseum de Ámsterdam y el Mauritshuis de La Haya sacaron pecho exponiendo todas las obras del pintor en sus colecciones. Ambos museos cuentan con un impresionante fondo de armario rembrandtesco. Debido a las muestras que le dedicaron por todo el mundo, y la consiguiente dificultad para conseguir préstamos, el Thyssen tuvo que retrasar hasta este año una muestra sobre el retrato en Ámsterdam en el siglo XVII, con Rembrandt como gran protagonista, que permanecerá abierta hasta el 24 de mayo. En España la última gran exposición dedicada al pintor tuvo lugar en el Prado en 2008-2009: «Rembrandt, pintor de historias», amén del cara a cara en 2019 entre las pinturas holandesa y española del Siglo de Oro, donde hubo un duelo de altura entre Velázquez y Rembrandt.
![«Joven disfrazada, posiblemente Saskia» (1633), de Rembrandt. Rijksmuseum, Ámsterdam](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2020/02/18/rembrandt-2-kYdH--220x220@abc.jpg)
Hasta 1631 Rembrandt no había pintado ningún retrato. Se había centrado en pinturas de historia, religiosas y mitológicas, donde dio buena cuenta de su genialidad. Fue el pintor y marchante Hendrick Uylenburgh quien le atrajo ese año desde su Leiden natal hasta Ámsterdam para hacer retratos en su estudio. Allí permaneció de noviembre de 1631 a mayo de 1635. Era retratista jefe. Tenía como pupilo a Isaac Jouderville. Entre sus primeros clientes, Nicolaes Ruts, comerciante de pieles, a quien retrata en 1631. En 1634 se casa con Saskia, prima de Uylenburgh, e ingresa en el gremio de San Lucas. En 1635 se establece como pintor independiente.
La tesis de la muestra es que Rembrandt no fue un genio aislado en el Ámsterdam del XVII: junto a él, precursores, coetáneos, seguidores, rivales... Era una ciudad próspera, con un comercio floreciente, donde los gremios tenían un gran poder y las guardias cívicas se encargaban de establecer el orden en sus calles. El retrato, símbolo de estatus social, era muy demandado, y apenas había una decena de artistas dispuestos a satisfacer tal demanda. Los precios oscilaban entre 40 y 100 florines, dependiendo de si eran bustos, media figura, de tres cuartos o cuerpo entero. Teniendo en cuenta que el salario medio era de 250 florines al año, solo podían permitirse los retratos las clases acomodadas.
![Detalle de «Tito van Rijn, hijo del artista, leyendo» (h.1660-65), de Rembrandt. Kunsthistorisches Museum, Viena](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/02/18/rembrandt-3-kYdH-U40272895472LL-510x450@abc.jpg)
Antes de la llegada de Rembrandt, ya trabajaban en la ciudad artistas como Cornelis van der Voort, Frans Badens, Gerrit Pietersz, Werner van den Valckert (tuvo una gran influencia en Rembrandt), Nicolaes Eliasz. Pickenoy, Thomas de Keyser… Los dos últimos eran los retratistas más importantes de Amsterdam cuando llegó Rembrandt a la ciudad. Después se les sumarían nombres como Bartholomeus van der Helst (el retratista más importante de su tiempo), Jacob Backer… También trabajó en la ciudad Frans Hals, pese a vivir en Haarlem. Entre los discípulos de Rembrandt, Ferdinand Bol y Govert Flinck, quienes llegaron a tener incluso más éxito que el maestro cuando cambian las modas. Siguen el estilo de Van Dyck. Pero, pese a que son todos ellos pintores de gran calidad, cuando entras en las salas de la muestra, se te van los ojos directamente a las obras de Rembrandt.
![«Retrato de un caballero, posiblemente Herman Auxbrebis» (h. 1654-55). National Gallery, Washington](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/02/18/rembrandt-4-kYdH--220x220@abc.jpg)
El maestro holandés no hacía concesiones artísticas fácilmente, era inflexible, seguro de sí mismo, explica el comisario, Norbert Middelkoop, conservador del Museo de Ámsterdam. Tuvo no pocos problemas con algunos de sus encargos (el cliente no quedaba satisfecho) y más que palabras por los precios de sus obras. Una de sus principales aportaciones al género del retrato fue aplicar las mismas reglas que en la pintura de historia: sugerencias narrativas, intensidad dramática, el claroscuro, pinceladas audaces, enérgicas y muy empastadas, su capacidad para representar las emociones... Sus modelos son dinámicos, algo novedoso en la época. Las personas retratadas parecen sorprenderse ante nuestra presencia: vuelven la cabeza, nos miran fijamente, están entregando una carta, parecen a punto de levantarse de la silla… Rara vez sonríen, controlan sus emociones. Visten de negro riguroso: ellos lucen opulentos cuellos de encaje; ellas, sus mejores joyas.
Tras unos años sin pintar retratos, volvió a retomarlos a principios de la década de los 40 , quizá debido a sus problemas económicos. Acosado por los acreedores, Rembrandt acabaría años después en bancarrota: se declaró insolvente y se vio obligado a vender sus bienes y su casa. A partir de los 40 están fechados algunos de los mejores retratos que cuelgan en «Rembrandt y el retrato en Ámsterdam, 1590-1670»: el autorretrato del Thyssen (1642-43), «Mujer con capa de piel» (1652), «Retrato de un portaestandarte» (1654), «Venus y Cupido» (1657), «Tito» (1660-65). Del centenar de obras expuestas, 39 son de Rembrandt (22 lienzos, 16 grabados y una plancha). Hay obras maestras cedidas por la Reina de Inglaterra y museos como el Metropolitan de Nueva York, el Louvre, la National Gallery de Londres y la de Washington, el Ermitage, el Rijksmuseum…, así como colecciones privadas.
![Detalle de «Retrato de una dama, posiblemente Maria van Sinnicks» (h. 1654-55). National Gallery, Washington](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/02/18/rembrandt-5-kYdH--220x220@abc.jpg)
Entre los modelos preferidos de Rembrandt, sus familiares. Como su primera esposa, Saskia, con quien tendría cuatro hijos. Solo sobrevivió Tito. Tras la muerte de Saskia, entra al servicio de su casa Hendrickje Stoffels, con quien compartiría los últimos años de su vida. Tuvieron una hija, Cornelia. Hay retratos de todos ellos en las salas del Thyssen. También de su hermana, Elisabeth van Rijn. Esta aparece en sendos retratos ovalados (uno del Rijksmuseum, otro de la colección Juan Abelló). A Hendrickje y Cornelia las retrata como Venus y Cupido en un precioso cuadro cedido por el Louvre. También retrata a amigos como Jan Six. Prolífico autorretratista, Rembrandt se inmortalizó en unas 40 pinturas y den una treintena de dibujos o grabados. Taschen ha publicado un libro que los reúne todos. Gracias a ellos podemos apreciar la evolución de su aspecto: desde un joven y ambicioso pintor a un sabio anciano. Pero no todos los modelos de Rembrandt son reales. Algunos de sus retratos son «tronies» (tipos, estudios de expresiones humanas).
![Detalle de «Venus y Cupido, posiblemente Hendrickje y Cornelia»(h.1667), de Rembrandt. Museo del Louvre, París](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/02/18/rembrandt-6-kYdH--510x349@abc.jpg)
La última sala de la exposición se centra en el grabado, una disciplina de la que era un auténtico genio: hay de nuevo autorretratos, retratos de familiares, amigos y distintos profesionales: médicos, marchantes, orfebres, calígrafos, pastores…, cedidos por instituciones como la Biblioteca Nacional de España y la Fundación Custodia de París. Junto a los grabados, un cuadro que no dejará a nadie indiferente. En 1632 le encargaron una de sus obras más célebres: «La lección de anatomía del doctor Nicolaes Tulp». Veinticuatro años después, pintaría una segunda lección de anatomía, la del doctor Jan Deijman, que es la que está presente en la exposición, propiedad del Museo de Ámsterdam. Una vez al año el gremio de cirujanos de la ciudad celebraba una disección con asistencia de público. Solía ser el cadáver de un criminal ejecutado. En este segundo encargo acomete la disección del cerebro. La obra fue pasto de las llamas en 1723. Se destruyó gran parte del lienzo. Pero el fragmento que sobrevivió es impactante (en primer plano, el cadáver con el cerebro al aire). Se sabe cómo era el lienzo completo, pues se conserva un estudio preliminar.
En la muestra hay hermosos retratos individuales, buenos ejemplos de parejas (como los cedidos por el Metropolitan y la National Gallery de Washington) y grupales. Rembrandt renovó los retratos grupales, como los de los gremios de la ciudad y las guardias cívicas, cuerpos de vigilancia vecinales. El más célebre, «La ronda de noche» (1642), su encargo más ambicioso como retratista, que no sale del Rijksmuseum, donde acaba de ser restaurado a la vista del público. Sí cuelgan en la exposición un par de retratos de guardias cívicas firmados por Jan Tengnagel y Frans Badens (este último, en el vestíbulo del Thyssen, debido a sus grandes dimensiones).
Rembrandt fue redescubierto en el XIX por artistas como Delacroix y en el XX contaba con admiradores como Chagall, Van Gogh, Picasso, Soutine, Goya, Bacon... Hoy son legiones los admiradores a los que sigue fascinando y emocionando su pintura inmortal.
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