El Museo Thyssen gana la batalla por un Pissarro
El Tribunal de Apelación de EE.UU. sentencia que el cuadro, «expoliado» por los nazis y comprado por el barón, es propiedad de España

Está siendo de todo menos tranquilo este verano para el Museo Thyssen . Aún sin recuperarse del cierre a causa de la pandemia -con una ambiciosa exposición de Rembrandt recién abierta-, el 8 de junio salía de la pinacoteca el «Mata Mua» de Gauguin (propiedad de la baronesa, pero depositado hasta entonces en el museo) y ponía rumbo a Andorra. Por si fuera poco, el 2 de julio se celebró un Patronato en el que presentaba su dimisión Miguel Satrústegui , jefe del equipo negociador de la compra de la Colección Thyssen por parte del Estado español en 1993, y en el que la baronesa nombró a su hijo Borja nuevo patrono de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. Se presenta, pues, un otoño calentito en el Palacio de Villahermosa.
Pero, al menos, el museo recibía hoy una buena noticia: el Tribunal de Apelación de Estados Unidos dictaminaba que el cuadro de Camille Pissarro «Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia» (1897), protagonista de un litigio desde hace décadas, es propiedad legítima de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. O sea, del Estado español. El Tribunal de Apelación rechaza por unanimidad los argumentos de los demandantes y sostiene que el Tribunal de Distrito aplicó la norma correcta al juzgar las pruebas históricas y que su determinación de que la Fundación era la propietaria correcta del cuadro estaba respaldada por las pruebas. Este Tribunal confirmó la conclusión del Tribunal de Primera Instancia de que el propio barón no conocía la historia de la pintura durante la Segunda Guerra Mundial cuando la adquirió en 1976 en la Stephen Hahn Gallery de Nueva York. Siempre tuvo mucho aprecio por esta obra, que colgaba en Villa Favorita (Lugano).
Se confirma así la decisión tomada en abril de 2019 por el juez de Distrito de Los Ángeles, F. Walter, quien emitió una sentencia reconociendo que las alegaciones eran infundadas y dictaminando que la Fundación había adquirido y poseía adecuadamente el cuadro. La documentada y extensa diligencia previa a la adquisición por parte de la Fundación demostraba que, cuando el Estado compró el cuadro al barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1993, desconocía lo que había ocurrido con él durante la Segunda Guerra Mundial.
Una venta forzada
La obra permaneció en la familia Cassirer hasta 1939. La heredera del cuadro, Lilly Cassirer Neubauer , en plena persecución a los judíos en la Alemania nazi , lo vendió a las autoridades muy por debajo de su valor a cambio de un visado para salir del país, como explicaba Javier Ansorena el año pasado en ABC. La Gestapo subastó el cuadro en 1943. Llegó a EE.UU. en 1951. Lilly reclamó legalmente ante Alemania en 1958 y consiguió una compensación. La muerte de Lilly en 1962 enterró la reclamación de los Cassirer y ninguno de sus descendientes se enteró de que el barón Thyssen lo adquirió en 1976 . La pelea por el cuadro, sin embargo, resurgió. En 1999, un amigo de Claude Cassirer, nieto de Lilly, lo vio en las paredes del museo madrileño. Desde entonces, las demandas de la familia Cassirer -con la muerte de Claude en 2010, su hijo David siguió la reclamación- se han sucedido a ambos lados del Atlántico.
Este óleo sobre lienzo es una de las obras maestras de la colección del barón Thyssen . En 2005, los herederos de la familia presentaron una denuncia alegando que la Fundación y sus anteriores propietarios sí conocían los antecedentes. Lily Cassirer Neubauer vendió el cuadro supuestamente de manera forzada al régimen nazi, pero fue indemnizada por la pérdida del lienzo por el Estado alemán en 1958, como ella había solicitado, por el valor de la obra en el mercado en aquel momento: 120.000 marcos . Se suponía que la firma de ese acuerdo ponía fin a las reivindicaciones sobre la propiedad de la obra por parte de la familia Cassirer. Pero no fue así. Aún siguen pleiteando.
Evelio Acevedo , director gerente de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, agradece «a todas las instituciones que nos han apoyado en este litigio y nuestro reconocimiento por el excelente trabajo de nuestro equipo de abogados: Nixon Peabody en Estados Unidos y Pedro Alemán Abogados en Madrid». En conversación telefónica con ABC, Acevedo valora esta nueva sentencia favorable... ¿y definitiva o caben más recursos? «Sí, es una sentencia definitiva , aunque existe una opción en el derecho americano: una gracia que puede conceder el Tribunal ( una revisión «in bank» ), por la cual podrían pedir que se volviese a revisar la sentencia. No es un derecho, sino una opción. Pero los magistrados han ratificado la sentencia de forma muy contundente, por unanimidad ». Las sentencias tanto del anterior tribunal como de éste, explica Evelio Acevedo, «ratifican que Lily Cassirer fue indemnizada en su momento con 120.000 marcos , que le pagó el Estado alemán, gracias a una ley de compensación a víctimas del expolio».
«Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia» fue adquirido en 1898 por el galerista Paul Durand-Ruel directamente a Camille Pissarro. Pertenece a una serie de quince obras que el artista pintó en París (se había trasladado a la capital francesa por motivos de salud) desde la ventana de su hotel, en la Place du Théâtre Français, entre 1897 y 1898.
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