El Picasso de Jaime Botín incautado en 2015 cuelga ya en las salas del Reina Sofía
«Me siento orgulloso de haberlo adquirido y así sacarlo del olvido donde yacía», dice en un comunicado el exbanquero, condenado a tres años de cárcel y una multa de 91,7 millones de euros por contrabando
El pasado 7 de enero, el Ministerio de Cultura mandaba una nota a los medios en la que se informaba de que se celebraría este mes en el Museo Reina Sofía una reunión extraordinaria de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, la primera que tendrá lugar de manera presencial, después de casi dos años de plenos virtuales debido a la pandemia. Se quería con ello celebrar el centenario de esta institución. Y se advertía entonces de que coincidiría con la presentación pública dentro de la colección permanente del Museo Reina Sofía de 'Busto de mujer joven' de Pablo Picasso , que fue declarada inexportable en 2012 por informe de este organismo. Estaba previsto que todo ello tuviese lugar el próximo día 17. Pero ni lo uno ni lo otro. La reunión de la Junta será previsiblemente a finales de este mes y el Picasso cuelga desde esta mañana en la sala 204 del Reina Sofía. ¿Por qué este cambio? El Ministerio se lo ha debido pensar mejor y no ha querido mezclar la efeméride de la Junta con un cuadro incautado, por lo que éste se ha colgado de forma muy discreta. La noticia llegó a las redacciones vía nota de prensa.
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Y eso que se trata de un Picasso excepcional . Pintado en París en otoño de 1906, este óleo sobre lienzo (54 por 42 centímetros) fue realizado en una época vital del artista, de la que no hay presencia en nuestras colecciones. El malagueño había pasado, junto con su entonces musa y amante Fernande Olivier , todo el verano en Gósol (Lérida) -permanecieron allí casi tres meses, del 27 de mayo al 15 de agosto-, que se convirtió en una epifanía picassiana. Había abandonado la etapa rosa y marcó un antes y un después, pues fue un año fundamental en su producción y en su vida: había descubierto en el Louvre el arte ibero de Osuna y el Cerro de los Santos (una gran exposición en el Centro Botín de Santander indagó en el iberismo de Picasso). Explica a ABC Rosario Peiró , jefa de Colecciones del Museo Reina Sofía, que Picasso y Fernande se quedaron en Cal Tampanada, propiedad de Josep Fondevila en Gósol: «En París Picasso estaba llegando al bloqueo y allí descubre la máscara. Recupera la sexualidad, estereotipa a Fernande y la convierte en un icono, el cuerpo se torna una figura tridimensional, escultórica».
Gósol supuso una revolución conceptual, estética y formal para Picasso, una experimentación con un nuevo lenguaje primitivo que le llevó en 1907 a pintar 'Las señoritas de Aviñón' y abrió el camino hacia el cubismo. Picasso pinta este retrato de Fernande «de memoria, con una cara hierática, párpados marcados y ojos vacíos, a la manera de la estatuaria ibera del Cerro de los Santos». La obra cuelga en la sala 204, dedicada al cubismo, junto con otras obras de Picasso -en el centro de la sala luce una escultura, 'Cabeza de mujer (Fernande)', de 1909- y de artistas como Braque, Juan Gris y Fernand Leger. Formará parte de 'Picasso 1906' , muestra comisariada por Eugenio Carmona, que será una de las exposiciones estrella en 2023 del Año Picasso, cuando se conmemorará el 50 aniversario de la muerte del artista español.
Tiene esta obra el pedigrí de haber sido propiedad delcélebre coleccionista y marchante Paul Guillaume. En 1977 fue adquirido por Jaime Botín en la Galería Marlborough de Londres. En 2012 pretendía sacarlo a subasta en la sala Christie's para su venta en la capital británica. Pero Cultura denegó la autorización para que saliera del país, tras un informe de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, que, por unanimidad, lo declaró inexportable, «al no existir una obra semejante en territorio español». También quedaba avalada esta decisión por otro informe de Paloma Esteban, vocal de la Junta y gran especialista en Picasso. Conservadora del Museo Reina Sofía, destacó la «excepcional importancia» de la pintura.
El cuadro , valorado en 26,2 millones de euros , fue interceptado el 31 de julio de 2015 en el puerto de Calvi (Córcega) por la Guardia Civil y el servicio de aduanas de la isla. Procedente de Valencia, viajó hasta allí el velero 'Adix', propiedad de Jaime Botín, que pretendía sacarlo de España. El 11 de agosto de ese año llegó al Reina Sofía, custodiado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, como depósito policial , y quedó custodiado en los almacenes a la espera de que finalizara el proceso judicial . Desde entonces ha permanecido allí. El 14 de enero de 2020, el Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid sentenció que Botín sacó de España el cuadro, pese a la prohibición del Ministerio de Cultura.
Por ello, le declaró culpable de un delito de contrabando de bienes culturales y lo condenó a 18 meses de prisión y una multa de 52,4 millones. La jueza modificó su sentencia y la endureció un mes después: tres años de cárcel y una multa de 91,7 millones de euros , que el exbanquero (fue presidente de Bankinter) pagó religiosamente. En marzo de 2021 la Sala III del Tribunal Supremo desestimó los recursos de casación y confirmó las sentencias de la Audiencia Nacional. El Consejo de Patrimonio Histórico celebrado el 11 de noviembre de 2021 en Menorca acordó destinar la obra a la Colección del Reina Sofía. El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, firmaba el 15 de noviembre la orden ministerial de asignación de la obra al Reina Sofía.
«Es para mí una profunda satisfacción que el cuadro pueda ser expuesto, visto y disfrutado por el público ya que mi intención siempre fue esa, que acabara expuesto ante los ojos de los visitantes, eso sí, del Centro Botín de Santander, a orillas de la bahía, donde tenía un sitio reservado», ha señalado Jaime Botín en un comunicado publicado por Ep. «Me siento orgulloso de haberlo adquirido y así sacarlo del olvido donde yacía, al tratarse de una obra totalmente desconocida y cuyo valor fue negado durante años». No cuestiona Botín «ni la ley» por la que se le ha retirado esta obra, «ni la decisión judicial que ha llevado a la incautación. Acato plenamente ambas y las respeto . Tras la decisión de no exportación de 2012, mi intención nunca ha sido la de vender el cuadro o de evadir la ley. A título personal, solo puedo lamentar la rigurosa aplicación de dicha ley que ha derivado según mi parecer en una desproporción que hay que corregir pero que acato como ciudadano«.