La 'performance' de Kidlat Tahimit contra Magallanes
El artista filipino reinterpreta el pasado colonial en 'Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar', la nueva exposición del Reina Sofía en el Palacio de Cristal del Retiro
No quedó claro, al término de la presentación de nueva exposición del Reina Sofía en el Palacio de Cristal, si la 'performance' fue el breve espectáculo que interpretó el artista filipino Kidlat Tahimit (Baguió, 1942) o la propia exposición, tres conjuntos escultóricos de madera tallada que reinterpretan la historia del colonialismo y los efectos del imperialismo cultural.
Tahimit lo avisó nada más comenzar el recorrido por la exposición 'Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar': «Tal vez algunas obras puedan hablar de hechos que puedan ser contestados por historiadores. Yo no soy historiador. Siempre que se habla de las antiguas colonias españolas, se tiende a adoptar el punto de vista español. Aquí presentamos nuestro punto de vista, el de un colonizado ».
Y así, ataviado con un taparrabos tradicional, el artista y cineasta filipino procedió a presentar una muestra que estará abierta al público hasta el próximo día 6 de marzo. La primera parte de la exposición está dedicada a la expedición de Magallanes, que hace quinientos años protagonizó la primera vuelta al mundo; la segunda, aborda el choque entre el cine de Hollywood y las culturas indígenas; la última se refiere a la exposición que en 1887 celebró en el mismo escenario la conquista.
Sobre el viaje de Magallanes, la atención se centra en Enrique de Malaca , a quien Tahimit le atribuye un papel mucho más importante que el de mero esclavo del navegante. Según el artista filipino, atendiendo a otras lecturas históricas, «Enrique fue el primer 'homo sapiens' que dio la vuelta al mundo». También está representada la muerte de Magallanes, a quien se ve cayendo al suelo rodeado de las figuras de Lapulapu y la reina Bulakna , quien le atesta el golpe de gracia.
«Estamos ante una versión machista de la historia porque no se suele citar a Bulakna, una mujer que no aparece ni siquiera en el archivo de indias; era una mujer guerrera, bella, fuerte. Una figura olvidada y cancelada en la historia escrita», dijo Tahimit. Y es ella quien con un palo de bambú –véase un gesto de artes marciales hecho por el cineasta, acompañado de un grito– acaba con Magallanes.
Colonialismo y feminismo a un extremo del Palacio de Cristal, guerra cultural al otro, donde se muestra la segunda parte de la exposición, la dedicada a la defensa de las costumbres propias frente a la injerencia del cine estadounidense. «Era una forma de decirle a Hollywood que se fuera, que tenemos nuestras propias narrativas, que estamos hartos de sus historias de sexo y violencia, y que tenemos nuestra propia mitología», dice Tahimit.
Para reivindicar la resistencia nativa, una de las piezas contrapone la figura de Inhabian (diosa del viento de la tribu Igorrote) con la de Marilyn Monroe , representada igualmente como diosa del viento en esa escena mítica de la falda en 'La tentación vive arriba'. «La batalla continúa hoy, y quería mostrar los encuentros culturales que se producen». Este conjunto escultórico lo completan otros personajes como Spiderman, Capitán América o Mujer Maravilla , que subidos a cohetes se baten contra deidades locales.
Todas estas figuras han sido talladas por un equipo de colaboradores del entorno del artista filipino y artesanos locales ajenos al mundo del arte. Tahimit es aquí un director, igual que en sus películas. Según Manuel Borja-Villel , director del Museo Reina Sofía, «no hay un salto del Kidlat cineasta, sino que narra a través de una serie de objetos. De hecho, en muchas de sus películas aparecen objetivos. Es un trabajo colectivo con algunas piezas muy importantes».
La última parte de la exposición hace referencia a la propia historia del Palacio de Cristal, en concreto a la Exposición General de las Islas Filipinas de 1887, para la que fue construido el edificio. En aquella exhibición se quería mostrar la vida en ultramar y se llegó a programar actuaciones de los indígenas, como si fueran una especie exótica. José Rizal , precursor de la independencia filipina, sale representado con taparrabos para reforzar su conexión con la cultura tradicional.
Hubo en la presentación de la exposición dos escenarios: uno dentro del palacio y otro fuera. Dentro, el cineasta que en su día se ganó los elogios de Susan Sontag llevaba a los periodistas y fotógrafos de un lado para otro, que se resistían a marcharse porque había anunciada una 'performance' que no llegaba. Fuera, al otro lado del cristal, se agolpaban los curiosos, con cara de no entender el espectáculo.
Al fin, más de una hora después, Tahimit se retiró para ofrecer su 'performance', un breve discurso en inglés en el que contrapuso el cine indígena con la ametralladora de Rambo; un diálogo con su madre que salpicó con pasos de bailes nativos y la música de un instrumento de percusión que llevaba consigo. Cuando terminó, se produjo un silencio incómodo. Durante varios segundos, los asistentes dudaron de si debían aplaudir o no.