Once valores emergentes crean sus trabajos ante el público

El stand que ha montado ABC en ARCO , dedicado a los 25 años de su suplemento cultural , se ha convertido en un animadísimo estudio de artistas, donde los visitantes contemplan en vivo cómo es el proceso creativo . No son muchas las ocasiones en que puedes asistir «in situ» al nacimiento de una obra de arte. Los artistas son muy celosos de su trabajo: suelen crear en solitario. Pero, como ya hizo anteriormente concediendo unos premios a valores emergentes de la escena artística española, este diario continúa con su firme compromiso de apoyo al arte joven . Los protagonistas del stand de ABC Cultural no son nombres consagrados, sino once jóvenes con ganas de comerse el mundo y mucho, mucho talento , pero que necesitan ayuda para meter la cabeza en una plataforma con tanta proyección como ARCO . Cada uno dispone de un lienzo en blanco, que a su vez es la portada de un número de ABC Cultural. La idea es que elaboren durante los cinco días de la feria sus trabajos, que finalmente colgarán de las paredes del stand.

Gil Antonio Munuera (Murcia, 1980) es de los que se pringan literalmente, pues pinta con las manos . Le gusta el contacto con el acrílico («es muy sensorial»), pero también la subversión en el proceso creativo, de la que somos testigos. Ha comenzado a usar el acrílico en botes de espray por su rapidez. Lo rocía sobre el papel y lo manipula con las manos. Pone otro tipo de papel encima y presiona. Sus obras son hipnóticas. Considera «extraordinario» el apoyo de ABC , que le dará gran difusión. ¿Le molesta trabajar con público?«No, es agradable».

Podemos estar tranquilos: el futuro del arte en nuestro país está garantizado . Es el diagnóstico al que llegamos viendo el trabajo de los once artistas seleccionados por ABC Cultural para su stand en ARCO, en el que colabora Royal Talens. Junto a Alejandro Calderón, Blanca Gracia y Gil Antonio Munuera, se turnan para trabajar en él Joan Monclús, Gorka Olmo, Antonio Blázquez, Edurne Herrán, Julia Llerena, Clara Sánchez, Salim Malla y el grafitero E-1000.