Iman hace caja con la colección de arte de Bowie

Sotheby’s muestra algunas de las pinturas y esculturas del músico que subastará en noviembre, testimonio de su buen gusto

Un visitante mira una de las pinturas giratorias de la colección privada de Bowie EFE

LUIS VENTOSO

Es sonado que al adolescente David Robert Jones le partieron la cara y le dejaron un ojo kaput. Sucedió allá donde vivía, en la Suburbia infinita y soñolienta del Sur de Londres. Se zurró con un amigo, George Underwood , por los amores de una Carol , con la que perdió la virginidad toreando a su compinche. George le dejó de por vida un ojo apagado, sello de un raro que miraba con dos colores distintos.

Convertido ya en Bowie , David mantuvo la amistad con su agresor, incluso le encargó el diseño de algunos de sus discos. Además, el músico sacó máximo rendimiento de su ojo ileso, pues durante sus 69 años de vida, hasta que un cáncer de hígado lo mató en enero, fue un avezado, compulsivo y astuto comprador de arte, sobre todo del siglo XX, con mimo especial para los creadores de su Inglaterra.

Inmensa curiosidad. Eso es lo que hizo grande a David Jones y lo permitió mutar en Bowie. Sus cartas no parecían buenas. Su padre, Haywood Jones , trabajaba en una organización filantrópica, tenía un pasado de empresario teatral fracasado y era jugador y borrachín. Su madre, Peggy Burns , camarera en un cine, arrastraba sueños ilusos de actriz y bailarina, con una historia familiar de locura.

Una empleada de Sotheby's mira la obra «Air Power» de Basquiat AFP

Basquiat o Duchamp, entre los protagonistas

El gusto del artista ha pasado la prueba del tiempo. Basquiat , Henry Moore, Damien Hirst, Marcel Duchamp . También arte africano, expresionismo alemán… Por supuesto, uno de sus ídolos, Frank Aurbach: «Quiero sonar como su pintura». Como música ambiental suena «The Jean Genie», un éxito de 1972 que le inspiró su amigo/protegido Iggy Pop .

Dividiendo las dos salas, un tocadiscos de 1965, de los hermanos Castigloni , los diseñadores italianos. Tras el ingenioso equipo de música, un panel con «Los 25 álbumes que pueden cambiar tu reputación según David Bowie». No solo ojos, también orejas abiertas: recomienda desde Little Richard a Charles Mingus, pasando por la Velvet Underground; Strauss convive con Syd Barret, Stravinksy con James Brown o Jacques Brel.

«Bowie no era un cantante de "Operación Triunfo"»

No menos eclécticos son los gustos plásticos de un músico que a veces también probó con un pincel. En la muestra pueden verse dos cuadritos de internos de Gugging , un psiquiátrico vienés, donde a finales de los cincuenta comenzó a probarse el arte como terapia. El temor a la locura obsesionó a Bowie toda su vida.

Su hermanastro Terry se suicidó (lo contó en su excelente canción «Jump»), una tía suya fue lobotomizada, su madre siempre osciló en el alambre. En 1994, el cantante visitó Gugging con su amigo Brian Eno , el productor que añadió el plus que hizo que «Heroes» pasase de perfecta canción pop a clásico. Eno y Bowie charlaron con los enfermos, los grabaron y entrevistaron… El material inspiró al año siguiente su disco « Outside ». No. Bowie no era un cantante de «Operación Triunfo».

La exposición de Sotheby’s viajará también a Los Ángeles, Nueva York y Hong Kong. Los londinenses tendrán una segunda ocasión de verla en los diez días previos a la subasta del 10 y 11 de noviembre.

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