Un ‘botticelli’ redescubierto alcanza los 45,4 millones de dólares en subasta

Es uno de los precios más altos alcanzados en subasta por una pintura del Renacimiento

Un empleado de Sotheby's coloca el cuadro 'El hombre de los dolores' Sotheby's

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La última vez que estuvo en subasta, ‘El hombre de los dolores’, una imagen de Cristo de Sandro Botticelli, se vendió por 26.000 dólares. Si se ajusta la inflación, serían unos 240.000 dólares actuales. Este jueves, el cuadro del maestro renacentista se adjudicó por 45,4 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s en Nueva York. Este precio monumental, el segundo mayor para cualquier obra de ‘grandes maestros’ vendida en subasta en los últimos cinco años, se explica no solo por la revalorización del mercado del arte.

La millonada se debe, sobre todo, a que la pintura ha recuperado su asociación directa a Botticelli y ha sido encumbrada como uno de los mejores ejemplos de su periodo más oscuro.

Durante décadas, el cuadro no se consideró ejecutado por la mano del pintor florentino. La pintura está alejada de la idea convencional de Botticelli, de la imagen onírica y delicada de ‘El nacimiento de Venus’ (1484-86) o de los ropajes sedosos y la vegetación exquisita de su ‘Primavera’, datado entre las décadas de 1470 y 1480.

‘El hombre de los dolores’ es una representación dura de Cristo, con una mirada penetrante y afligida. Cuando se subastó en 1963 -también por Sotheby’s, esta vez en Londres- sí estaba atribuido a Botticelli. Pero unos años después, el principal estudioso del pintor renacentista de esa época, Ronald Lightbown, calificó al cuadro como parte de las obras “del taller y de la escuela” de Botticelli.

En 2005, el monográfico que el experto alemán en historia del arte Frank Zöllner dedicó a Botticelli, lo incluyó dentro de “productos tardíos de taller del círculo de Botticelli”.

Con esa atribución, es posible que la valoración de ‘El hombre de los dolores’ no hubiera variado mucho con el paso de los años desde aquella subasta en Londres. El viento cambió en 2009, cuando el cuadro fue incluido en la exposición ‘Botticelli: Likeness, Myth, Devotion’, del Museo Städel de Frankfurt, como obra de Botticelli.

El catálogo de la muestra, escrito por Bastien Eclercy, lo calificó de obra “redescubierta” que “no solo representa un ejemplo importante del periodo tardío de Botticelli, sino que añade una faceta sorprendente a nuestra compresión sobre la representación de Cristo en el Renacimiento”.

El cuadro, que se cree pintado alrededor del año 1500, pasó de ser una obra de un asistente o aprendiz a un ejemplo decisivo para entender la etapa final de Botticelli.

Ese periodo de su vida y de su obra no se explica sin la influencia del fraile dominico Girolamo Savonarola. Fue un predicador carismático, un extremista religioso que declaró a Florencia como la nueva Jerusalén, exigió que los ciudadanos purgaran sus pecados y promovió la quema de cualquier objeto considerado pecaminoso: lujos, ropajes indecentes y cuadros censurables -es posible que entre ellos alguno de Botticelli- ardieron en la hoguera.

Savonarola corrió la misma suerte que ellos -las autoridades lo arrestaron, juzgaron y quemaron como hereje en la Piazza della Signoria-, pero dejó mucha influencia en los ciudadanos florentinos. Entre sus seguidores, es muy posible que estuviera Botticelli. Así lo aseguró su primer biógrafo, Giorgio Vasari, casi contemporáneo suyo, y está documentado que el hermano del artista fue uno de ellos.

La realidad es que, con la influencia del fraile, que denigró el tipo de cuadros anteriores de Botticelli, el pintor transformó su obra hacia un tono sombrío y espiritual y hace formas más arcaicas en sus últimos años.

En medio de un creciente interés por este periodo de Botticelli, otros apoyaron la atribución del Museo Städel: Laurence Kanter, comisario jefe de arte europeo de la Galería de Arte de la Universidad de Yale, y Keith Christiansen, que fue responsable de pintura europea en el Met de Nueva York, también adjudicaron ‘El hombre de los dolores’ a Botticelli.

Todo ha contribuido a que volviera a aparecer en el mercado con fuerza. Sotheby’s lo calificó antes de la venta como “la obra maestra definitoria del final de la carrera de Botticelli”. Tres compradores pujaron este jueves con fuerza por el cuadro, que tenía un precio garantizado de 40 millones de dólares, pero que ascendió hasta los 45,4 tras siete minutos de subasta.

La venta se produce justo un año después de que Sotheby’s batiera el récord para el pintor florentino con la venta de ‘Retrato de un hombre joven sosteniendo un medallón’. Era propiedad del magnate inmobiliario y coleccionista Sheldon Solow y se adjudicó por 92,2 millones de dólares.

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