La hermana de Cornelius Gurlitt también guardaba obras de arte robadas por los nazis
Un coleccionista que compró las ilustraciones a Renata Gurlitt comprobó que estaban en la base de datos de la Fundación Alemana de Arte Perdido, por lo que ha decidido devolvérselas a sus legítimos propietarios
![Dibujo de 1768 de Charles-Dominique-Joseph Eisen](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2018/09/18/hermana-gurlitt-arte-expoliado-nazis-kYw--1248x698@abc.jpg)
Cornelius Gurlitt , fallecido en 2014 a los 81 años, era hijo del marchante de arte Hildebrandt Gurlitt, uno de los pocos que tuvieron autorización del régimen nazi para negociar con las obras apartadas al considerarse que contravenían los principios y valores del nazismo (el denominado «arte degenerado» ).
En 2012 las autoridades germanas descubrieron en su casa un total de 1.258 obras de arte , entre las que se desde joyas del siglo XIX hasta obras nunca catalogadas de artistas como Picasso , Marc Chagall y Otto Dix. El descubrimiento de este tesoro no salió a la luz pública hasta finales 2013 y causó gran revuelo.
Ahora se acaba de confirmar que su hermana , Renata Gurlitt, fallecida en 2012, también heredó el arte saqueado por los nazis de su padre. El descubrimiento salió a la luz después de que un coleccionista dedidiera revisar voluntariamente cuatro obras de arte que había adquirido de Renata en la base de datos que posee la Fundación Alemana de Arte Perdido . Se trata de dos dibujos de Charles Dominique Joseph Eisen y otros dos realizados por Augustin de Saint-Aubin y Anne Vallayer-Coster, respectivamente
A través del Proyecto Gurlitt para la Investigación del Origen (un equipo de expertos que puso en marcha el gobierno alemán dedicado a rastrear la procedendia de las piezas), la Fundación Alemana de Arte Perdido ha determinado que las dos ilustraciones del siglo XVIII de Charles-Dominique-Joseph Eisen, «Retrato de una dama» de Augustin de Saint-Aubin y un autorretrato de Anne Vallayer-Coster pertenecen a la familia judía Deutsch de la Meurthe.
Al comprobar su procedencia, el coleccionista ha decidido restituir las obras a los herederos de los antiguos propietarios judíos, una acción que ha sido elogiada por el ministro de cultura de Alemania.
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