El franquismo, visto a través del pincel satírico de Antonio Saura

El Círculo de Bellas Artes exhibe por primera vez completa su serie «Mentira y sueño de Franco»

«El Señor de las Moscas», uno de los 41 dibujos que componen la serie «Mentira y sueño de Franco» EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Entre 1958 y 1962 Antonio Saura llevó a cabo la serie «Mentira y sueño de Franco. Una parábola moderna» , compuesta por 41 dibujos relacionados con el franquismo y la Guerra Civil. En 2005 se exhibieron algunos de estos dibujos de Saura en el Museo de Arte Moderno de Toulouse, y en 2017 se publicaron en un libro del mismo nombre, editado por Georg Editeur y Archives Antonio Saura, con un texto del artista, un ensayo de Bartolomé Bennassar y otros textos de Eduardo Arroyo. Pero nunc a se había expuesto la serie completa. Desde hoy hasta el 17 de mayo, pueden verse los 41 dibujos en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes (el artista recibió la Medalla de Oro de la institución) en una muestra organizada junto con la Fundación Archivo Antonio Saura.

Mordaces, iconoclastas, irreverentes en algunos casos, Saura tildaba sus dibujos de satíricos . Todos están titulados a mano por el artista en el anverso de la obra. Decidió no publicarlos en vida. Hubiera pisado, sin duda, la cárcel. Explicaba el propio Saura en un texto que «permanecieron durante muchos años ocultos por motivos obvios . Solo algunos amigos los conocieron en su momento. El franquismo fue ciertamente un fenómeno monstruoso que era preciso combatir –yo lo hice en la medida de mis posibilidades, casi siempre al margen de mi pintura–. Lo restringido de la difusión de estos dibujos los hizo inoperantes. Un consuelo: ni “Los Desastres de la Guerra”, de Goya , ni “Sueño y mentira de Franco”, de Picasso , ayudaron a la caída del despotismo».

Marina Saura , hija del pintor y responsable de la Fundación Archivo Antonio Saura, comenta que siempre le preguntan por el compromiso político de su padre, si hizo una denuncia de la dictadura: «Fue muy claro. Creía que el arte no servía para cambiar el curso de la Historia . Pero no se mostró indiferente. Estos dibujos fueron hechos en la intimidad de su estudio, consciente de que no verían la luz pública, si no quería ir a la cárcel. No son caricaturas frívolas; son dibujos honestos, intemporales , por eso han sobrevivido. Son una especie de diario íntimo. No se dejaba llevar por lo fácil. Iconoclasta y muy riguroso con su estilo, era obsesivo: no dejaba salir de su estudio nada que no tuviera la calidad exigida, ninguna obra mediocre. Destruía, quemaba, rompía obras con el cúter...»

Marina Saura, hija de Antonio Saura, en el Círculo de Bellas Artes EFE

El pintor, en el Reina Sofía

Sobre por qué han tardado tanto en ver la luz, explica que hubo contactos con el Reina Sofía y con el Museo de Bellas Artes de Bilbao , pero, «por razones muy complejas», no fructificaron sendos proyectos. «No hubo un no por su parte, decían que querían exponerlos. A veces es por falta de dinero o por falta de Gobierno... Hubo una gran parálisis en las instituciones culturales durante años por la falta de Gobierno y de presupuesto. Pero en el Círculo de Bellas Artes están mejor que en esos museos. Es un espacio céntrico, muy vivo, con muchas actividades. En un gran museo hubieran quedado diluidos, se hubieran ahogado. Las obras se entienden aquí mejor», advierte Marina Saura. Fuentes del Reina Sofía consultadas no lo atribuyen ni al presupuesto ni a la falta de Gobierno, sino a un problema de fechas en la programación y, sobre todo, a que la obra antifranquista de Saura estaba «muy bien documentada y representada en las salas del museo. Hubiera sido un discurso reiterativo».

La pinacoteca atesora la mayor colección de Antonio Saura en el mundo: medio millar de obras . De ellas, en la actualidad hay expuestas 20, más tres cartas de Saura a Alberto Greco . ¿Está suficientemente representado y expuesto su padre en el Reina Sofía? «Preferiría que hubiera expuestas más obras, hay mucho más que se puede enseñar. Pero está bien mostrado, no está mal. Hay grandes cuadros expuestos. Lo importante es que es un museo rico en obras de Saura y que sigan sacando obras para exponerlas», afirma Marina Saura. En 2008 abrió el Museo Fundación Antonio Saura en Cuenca, que cerró sus puertas en 2016. «Mi padre siempre dijo que no quería ningún museo con su nombre. Le parecían lugares tristísimos, casposos, mausoleos . Se hizo contra la voluntad de Antonio Saura», asegura su hija.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación