Caillebotte, el jardinero fiel
El Museo Thyssen rescata la obra de uno de los pintores más desconocidos (y menos cotizados) del impresionismo
Quizá el hecho de haber heredado una gran fortuna (su familia proveía de telas a la Armada francesa) y ser coleccionista y mecenas de sus colegas impresionistas no ayudó demasiado a que se tomara en serio como artista a Gustave Caillebotte (París, 1848-Petit Gennevilliers, 1894) . De hecho, le importaba un rábano si vendía o no sus lienzos. El Museo Thyssen , en colaboración con el Museo de los Impresionismos de Giverny (Alta Normandía, Francia) , ha organizado una monográfica del pintor francés, que ya se vio en la ciudad normanda y ahora llega a Madrid con 65 obras . Hay préstamos de los herederos del artista. Ninguna del Museo d’Orsay. La última gran retrospectiva sobre este artista tuvo lugar en 1995: itineró por París, Chicago y Los Ángeles.
2015: un año difícil para el museo
El Museo Thyssen presentó ayer a la prensa sus resultados económicos de 2015. Los responsables de la pinacoteca advierten de que el déficit disminuyó el año pasado 1,8 millones de euros respecto a 2014 (4.535.000 euros frente a 2.725.000 euros), lo que supone una reducción del 40%: hubo un ahorro en los gastos de un 1%, mientras que los ingresos se incrementaron un 7%. Pero, si tenemos en cuenta que en 2015 el museo recibió 5,3 millones de euros de subvenciones estatales, frente a los 2,5 millones que obtuvo en 2014, los datos cambian: en vez de disminuir un 40% el déficit, habría aumentado algo más de un 10% de no ser por ese aumento de dinero público. Para este año, se presupuestaron unas subvenciones de 6 millones de euros.
Tampoco es positivo el dato del número de visitantes (967.908), que supone un descenso de un 3,6% respecto a 2014, mientras que Prado y Reina Sofía aumentaron sus visitas el año pasado. El pinchazo del Thyssen se produjo especialmente en las exposiciones temporales, que bajaron un 9,7% (las visitas a la colección permanente aumentaron). Sí es un buen dato, en cambio, la autofinanciación del museo, que ronda ya el 75%.
Evelio Acevedo, director gerente del Thyssen, se muestra «razonablemente satisfecho» con estas cifras: «Perder 2.725.000 euros es un buen resultado. Según lo presupuestado, se debería haber perdido 4,5 millones. Este museo tiene un déficit estructural de 6.5 millones desde su apertura. Y hemos conseguido reducirlo ampliamente. Somos una institución pública y damos un servicio público». Sobre la bajada de las exposiciones temporales, afirma que «unas tienen más tirón que otras, pero queremos mantener la calidad de las visitas. Aspiramos a crecer más, pero no caben dos millones de personas en el museo cada año».
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