La Biblioteca Nacional salda una deuda con Valentín Carderera

Una exposición rescata a este gran defensor del patrimonio español y apasionado coleccionista

Detalle del retrato que Federico de Madrazo hizo a Valentín Carderera. Comenzó a pintarlo en 1833, con 37 años, y lo acabó en 1879, poco antes de su muerte MUSEO DE HUESCA

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La Biblioteca Nacional , en colaboración con el Centro de Estudios Europa Hispánica , rinde tributo a Valentín Carderera y Solano (Huesca, 1796-Madrid, 1880). Un personaje poliédrico, poco conocido fuera de bibliotecas y museos: pintor, dibujante, viajero, estudioso, erudito, protector del patrimonio histórico español, apasionado coleccionista y bibliófilo... Una exposición, comisariada por José María Lanzarote, reúne, hasta el 12 de enero , más de un centenar de obras: unas realizadas por él, otras coleccionadas. A partir del 25 de marzo de 2020 la muestra se verá en el Palacio de Sástago de Zaragoza.

Un retrato que le hizo su amigo Federico de Madrazo y que Carderera legó al Museo de Huesca, que él mismo ayudó a crear, abre la exposición. Comenzó a pintarlo en 1833, con 37 años, y lo acabó en 1879, poco antes de su muerte. En él Carderera aparece como un joven romántico, con capa de viajero y el pelo alborotado. Estudió Filosofía, iba para eclesiástico, pero acabó siendo pintor. Se formó primero en España (estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando) y después en Italia, donde estuvo de 1822 a 1831. Allí copió a maestros como Rafael, pintó Vedute en Nápoles, retrató a Teresa Orsini, Princesa Doria , quien dicen que fue su amor platónico...

"Dios la perdone. Y era su madre". Detalle de un dibujo de Goya (1796-97), que perteneció a Valentín Carderera BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Mecenas y amigos

El general Palafox le llevó al Pirineo como delineador del Ejército. Sus grandes mecenas fueron los duques de Villahermosa , en cuyo palacio madrileño, hoy sede del Museo Thyssen, vivió (ocupaba la segunda planta). Ese palacio fue una auténtica sede del Romanticismo, pues también acogió el Liceo Artístico y Literario. Pintor de cámara de Isabel II, se codeó con lo más granado de la época: el Príncipe de Anglona, el marqués de Salamanca ... Formó parte del círculo de intelectuales y políticos que apoyaron a la Reina María Cristina en el exilio. Académico de Bellas Artes y de la Historia, vocal de la Comisión Central de Monumentos... en 1848 fue nombrado vicedirector del Real Museo (hoy Museo del Prado).

No destaca especialmente como artista –aunque no fue mal retratista–. Recorrió la Península Ibérica pintando y dibujando monumentos en riesgo de desaparición por la desamortización. En la muestra, un gran mapa da buena fe de sus numerosos viajes entre 1831 y 1858. Como curiosidad, se exhibe un mapa que llevaba en sus viajes por España y el pasaporte que necesitó para ir a Valladolid, con su edad, la descripción de sus rasgos y su firma. Carderera no solo documentó, sino también denunció los desmanes cometidos contra el patrimonio español.

Códice Daza. Una de las páginas de este manuscrito de Lope de Vega (1631-34), adquirido por la Biblioteca Nacional en 2009 BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Espléndida colección

Pero la joya de la corona fue su espléndida colección. En 1867 el Estado adquirió 45.000 obras (2.000 dibujos y 43.000 grabados y libros ilustrados), incluyendo uno de los escasos dibujos atribuidos a Velázquez: «Cabeza de muchacha», presente en la muestra. Hoy se conservan en la Biblioteca Nacional, que incluso creó un sello para ellos. En 1983, el Prado compró a sus herederos más de 250 dibujos de Goya . Fue uno de los mayores coleccionistas y estudiosos de este artista. Además, atesoró una destacada biblioteca, con unos 4.000 volúmenes. Dicen que madrugaba mucho para ir al Rastro.

Viajero incansable (en sus estancias en París y Londres conoció a Richard Ford, Mérimée y Viollet-le-Duc), su obra cumbre es «Iconografía española», panteón nacional de hombres y mujeres clave en la Historia de España. Ana Santos , directora de la Biblioteca Nacional, dice que esta institución le debía tal reconocimiento. No en vano, el Departamento de Bellas Artes y Cartografía de la BNE tiene su origen en la Colección Carderera. «Su aportación ha sido fundamental para la historia del arte español y la protección de nuestro patrimonio artístico y monumental», advierte Santos.

La familia, depositaria de su legado, ha colaborado estrechamente en la exposición, donde cuelgan dibujos de Velázquez, Pacheco y Goya; grabados de Durero, Cranach el Viejo, Rubens o Rembrandt... De este último cuelga «El Doctor Fausto» . Se cree que inspiró a Goya para su célebre obra «El sueño de la razón produce monstruos» e incluso que esta estampa pudo ser de su propiedad. Carderera fue muy puritano. Cuelgan en la exposición dos grabados de Teodoro Matteini, «Angélica y Medoro» . En uno de ellos, Carderera tapa la desnudez de la joven dibujándole ropa encima. Otro de los tesoros expuestos es un manuscrito de Lope de Vega de su colección, conocido como el Códice Daza , adquirido por la Biblioteca Nacional en 2009. Este cuaderno-borrador de 1631-1634, de 253 folios, incluye poesías y textos en prosa.

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