Berna y Bonn exhibirán la Colección Gurlitt
Compuesta por unas 1.500 obras y valorada en más de mil millones de euros, fue requisada al hijo de un marchante de la Alemania nazi
La fabulosa Colección Gurlitt , compuesta por más de 1.500 obras de primer orden de la historia del arte y que durante décadas durmió amontonada en un cochambroso piso de Múnich , será pronto expuesta al público. Esa es al menos la intención del Bundeskunsthalle alemán y el Kunstmuseum suizo , que preparan conjuntamente dos exposiciones que podrán visitarse al mismo tiempo el próximo invierno y que responderán a un concepto común y complementario. Su objetivo: dar a conocer la colección valorada en más de mil millones de euros .
Cornelius Gurlitt , hijo de uno de los más importantes marchantes de arte de la Alemania nazi , Hildebrand Gurlitt, causó sensación en medio mundo en noviembre de 2013. Un rutinario control fronterizo había llevado a los investigadores de aduanas hasta su piso de un barrio burgués de Múnich, donde guardaba la herencia de su padre, cientos de pinturas de maestros como Picasso, Renoir, Cézanne o Liebermann . Llevó varios meses su traslado, para quedar bajo custodia del Estado de Baviera, y dos millones de presupuesto estatal para financiar la investigación que debía determinar qué obras de la colección podían considerarse arte robado y debían por tanto ser devueltas a sus legítimos dueños o a sus herederos.
Los resultados de la investigación, que incluyó el análisis de unos 15.000 bancos de datos y 4.200 publicaciones, fue que solamente cinco obras fueron fruto del expolio nazi , por lo que prácticamente toda la colección quedó en los fondos del Kunstmuseum de Berna, tal y como había establecido Gurlitt en su controvertido testamento . Una vez aclarada la legitimidad de la herencia , el siguiente y urgente paso era mostrar la colección al mundo.
Una selección de las obras será expuesta en Berna y en Bonn con la intención de dotar a la colección de la mayor transparencia posible. «El valor incalculable del conjunto exige que sea puesto a disposición del público, acompañando la muestra con una contextualización histórica sobre las obras que la componen, su origen y su trayectoria», dice el comunicado de los dos museos, afanados en este momento en indagar sobre los tejemanejes de los marchantes de arte que negociaron con ellas a principios del siglo XX en toda Europa.
Los comisarios de la muestra en Berna, Matthias Frehner y Valentina Locatelli, en constante contacto con los responsables de la exposición en Bonn, Rein Wolfs y Agnieszka Lulinska, están recibiendo ya numerosas peticiones de itinerancia , como el Martin-Gropius-Bau de Berlín, que desea exponer la colección en 2017.
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