Blu, el Bansky italiano, cancela todos sus espléndidos murales de Bolonia
El artista callejero, entre los diez más destacados del mundo, es contrario a una exposición de arte urbano: «El museo no me tendrá»
El arte urbano (street art) vive en Italia una polémica sin precedentes. Blu, pseudónimo de un artista italiano que prefiere permanecer en el anonimato, conocido como el Bansky italiano, y considerado por el Guardian entre los diez artistas callejeros más destacados del mundo, ha cancelado en las últimas horas todos sus espléndido y célebres murales que había pintado durante 20 años en las calles de Bolonia, la ciudad de la que partió su fama, hoy internacional. Blu protesta así contra una poderosa institución cultural, Genus Bonoiae, apoyada por una fundación bancaria, que inaugurará el próximo jueves en el Palacio Pepoli una gran exposición sobre el arte urbano, incluyendo algunas obras que han sido arrancadas de las paredes de Bolonia, con la justificación de que debían ser salvaguardadas de una eventual demolición, en algunos casos sin permiso de los artistas. «El museo no me tendrá», ésta es la respuesta clamorosa de Blu, que enciende de nuevo la batalla entre los artistas callejeros y el sistema cultural oficial.
Inversión en Street Art
No todo el Street Art nació como gesto de protesta. Pero, parece evidente que, visto el caso de Blu en Bolonia, hay artistas que no están de acuerdo en que su arte, nacido incluso de manera ilegal para denunciar especulaciones, se vea paradójicamente convertido en factor de revalorización e incluso especulación, entrando a formar parte de museos y galerías. De todas formas, Sabina De Gregori, experta de lenguajes contemporáneos y de arte urbano asegura que el reconocimiento del arte urbano en el mercado del arte es una realidad : «Cada vez más instituciones están invirtiendo en el Street Art. Seguramente una fase ha terminado y es necesario ver qué forma adoptará ahora esta corriente de arte».
En opinión de la mayoría de los expertos, la nueva estética urbana está «condenada» al éxito . No en vano Bansky es ya tan célebre como Lady Gaga y hasta Barak Obama ha utilizado en sus carteles el lenguaje de Obey, una gran firma del arte urbano estadounidense.