Arte urbano para «huir» del cemento

La segunda edición de «Muros» reúne en la Tabacalera a 25 artistas nacionales e internacionales pintando sobre el concepto de naturaleza

Rubén Sánchez (izquierda) y Doa Oa, pintando sus murales MADRID STREET ART PROJECT
Israel Viana

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«¡Parece un Picasso!», grita a ABC un viandante apresurado al que le ha llamado la atención uno de los nuevos murales ya acabados en la Tabacalera de Madrid. No sabe que el autor, Rubén Sánchez , le está escuchando a pocos metros de distancia. Cuando alguien le informa, se vuelve entusiasmado hacia el artista: «Se parece al que está aquí cerca con muchos colores», comenta en referencia nada menos que al « Guernica », expuesto en el Museo Reina Sofía , a menos de un kilómetro de este otro pequeño «museo» urbano y gratuito. Después le pide que le haga una foto para enseñársela a sus «colegas» y que le explique su obra.

Mural de Rubén Sánchez Madrid Street Art Project

Lo mismo opina María, otra vecina que reconoce en la composición de Grip Face a una mujer de melena larga. «Me gustan los tonos, tiene mucha luz», asegura sobre la obra de este artista mallorquín de 27 años que pasa temporadas en Holanda preparando un proyecto para Japón. «He querido jugar con el conflicto entre ciudad y naturaleza, acumulando elementos en el mismo espacio, como si hubiera que elegir».

África, una madrileña del barrio de Chamberí que está a punto de cumplir los 80, se queda prendada de la obra de Antonyo Marest . Va camino del Teatro Vallé-Inclán de la plaza de Lavapiés a ver una función, pero se ha detenido al ver a este artista alicantino de 29 años realizar el primer mosaico de su carrera. «Nunca había hecho uno antes, pero me dieron esta oportunidad y quise recuperar esta tradición de los oficios históricos del Mediterráneo», comenta a este periódico mientra un pequeño público le observa preparar la masa y pegar las teselas de colores. Antes de continuar su camino, África le pasa la mano por el hombro y sentencia: «¡Eres un artista!».

Muy cerca de Marest, Julieta XLF , de Alicante, cuenta que solo planifica el dibujo y que el color lo improvisa para no aburrirse, para sorprenderse a sí misma. «Nos inspiramos en la naturaleza, pero nunca vamos a hacer nada más precioso de lo que hace ella. Es mi musa», señala.

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