El arte que surgió tras Auschwitz e Hiroshima
La Fundación Juan March reivindica en una exposición la pintura y fotografía abstractas que se hicieron después de la II Guerra Mundial
Nada ni nadie salió indemne de la II Guerra Mundial . Tampoco el arte, que, como la sociedad, tan solo pudo sobrevivir. Las vanguardias que florecieron en las primeras décadas del siglo XX (cubismo, expresionismo, surrealismo) fueron otras víctimas de la guerra. Surgió una nueva estética , donde no hay espacio para la belleza: pinturas rasgadas, quemadas; yesos, arenas, materiales de desecho, en los que se destruye la forma y desaparece la figura . Todo se vuelve abstracto. Lo mismo ocurrió en la fotografía. Son los restos arqueológicos de la página más negra de la Historia moderna, que se exhiben en la Fundación Juan March en un montaje tan oscuro como la posguerra.
Entre los numerosos préstamos que cuelgan en la exposición destacan los de la Fundación Gandur para el Arte , con sede en Suiza. Su presidente, Jean Claude Gandur , no vivió en carne propia la II Guerra Mundial (nació en 1949), pero sí sus padres. «Yo colecciono arte para devolver la gloria a la pintura europea . Comenzaron a descolgarse de los museos pinturas europeas de los años 50 y 60. Esta exposición pone en valor esa pintura, su nobleza, su espacio en los museos», explica Gandur. Decía Kandinsky que «cada arte es hijo de su época» . Las 160 obras que conforman «Lo nunca visto. De la pintura informalista al fotolibro de posguerra» son, como comenta Manuel Fontán del Junco , director de museos y exposiciones de la Fundación Juan March, « imágenes doloridas, no imágenes sobre el dolor ».
La exposición se completa con un ciclo de conferencias y un catálogo muy especial : los textos se han impreso en un periódico de la época, bajo el titular «Lo nunca visto». Está envuelto en un fieltro gris con hilos multicolores, que semejan un cuadro expresionista.