Antony Gormley, la obsesión por el cuerpo
La Royal Academy de Londres le dedica una exposición a uno de los escultores británicos vivos más importantes
La obsesión de Antony Gormley (Londres, 1950) por el cuerpo ha llegado a la Royal Academy of Arts de la capital británica, donde el trabajo de toda una vida se expondrá desde el próximo sábado hasta el 3 de diciembre . Es tal la obsesión de este polémico escultor –autor de «El Ángel del Norte»–, que incluso fundió en hierro a su hija Paloma, con tan solo 6 días de vida: su molde se encuentra ahora en el patio de la institución artística y muchos de los visitantes que lo fotografían desconocen su origen.
« No es una retrospectiva . A Gormley no le gusta, pero ha considerado tener en cuenta sus primeros trabajos», explicó ayer el comisario de la exposición, Martin Caiger-Smith , que resumió el quid de la exhibición en pocas palabras: «Al final, trata sobre los objetos. Y nada ocurre hasta que la audiencia los conoce». Gormley, según el comisario, «pide una respuesta física» a los visitantes; el olfato y el tacto son sentidos que poner a trabajar durante la visita por las trece salas donde están dispuestas todas las obras del escultor .
Más que una retrospectiva, para Gormley es un «sitio de pruebas» que reúne las esculturas, instalaciones y dibujos –algunos incluso con sangre– que ha realizado durante las últimas cuatro décadas. Durante la presentación, Caiger-Smith reiteró que la muestra no requería ninguna explicación, pues la verdadera pregunta es: «¿Qué crees que significa?» .
El paso del tiempo
De hecho, las primeras esculturas que el visitante encontrará son cuerpos con la forma más abstracta posible: unos sencillos bloques de acero, apilados unos sobre otros que, sin embargo, emulan diferentes posiciones del cuerpo humano. Y allí estaba el director artístico de la Royal Academy of Arts, Tim Marlow , para emular una de las posturas. La segunda sala es una mezcla de varias de las preocupaciones de este artista: el tiempo, el crecimiento, el individuo, lo colectivo…
El paso del tiempo, por ejemplo, se expresa en las esculturas de todas las fases del crecimiento de una manzana. Pero a Gormley no solo le preocupa el cuerpo como tal, sino lo que hay a su alrededor. Ejemplo de ello es «Mother’s Pride V» (2019), una obra realizada a partir de centenares de panes de molde y cera, cuyo vacío en el centro simula una silueta humana que cae al vacío; o sea, el «espacio negativo» de un cuerpo.
En otra de las salas, la quinta, se ha dispuesto la instalación «Matrix III» (2019): una nube oscura de rejillas rectangulares de acero cruzadas y suspendidas del techo, cuyo objetivo es transmitir al espectador la sensación de caos . A veces, lo que se ve es lo que hay. Es el caso de la sexta habitación, cuya intervención es su división en tres por tres cuerdas de acero, una vertical y dos horizontales.
Esta sala no solo sirve para abordar cómo los humanos negocian con el espacio, sino también prepara al visitante para lo que está por llegar: una colección de dibujos en la séptima sala (muchos de ellos con ideas que el escultor aún no ha materializado) y una de las joyas de la corona, «Lost Horizon» , en la octava estancia: 24 figuras de hierro fundido orientadas hacia puntos distintos en cada pared, suelo e incluso techo, cuestionando así la percepción de lo que está arriba y abajo. ¿El molde de todas ellas? El propio cuerpo del artista.
Es tal la sincronía entre los espacios de la Royal Academy y Antony Gormley que incluso la salla 11 está ocupada por una cueva –un cuerpo en sí mismo– formada por múltiples cubos que se invaden unos a otros desde el suelo hasta el techo .
Es en esta instalación donde se materializa la idea de Gormley de que los objetos no lo son hasta que las personas entran en contacto con ellos, pues l a cueva cuenta con un pasadizo oscuro desde la décima sala a la duodécima. Es en esta penúltima sala desde donde se puede observar la estancia final (a la que no se puede acceder), cubierta de arcilla de Buckinghamshire y otra sustancia que escapa de todo tipo de cuerpo: el agua del océano Atlántico.
Noticias relacionadas