Carlos León: «Pido al público que huela los cuadros»

La muestra «Pink Requiem» recoge sus obras más destacadas en la sala Alcalá 31 de Madrid

C.Mínguez

«A veces, se nos dice: ─Los artistas seréis gente sensible. No, no, hay que ser tozudo, indestructible , porque es un mundo muy difícil y muy frustrante y máxime, en nuestro país, donde el coleccionismo es muy exiguo y las dificultades materiales grandes . Así que, hace falta bastante paciencia, resistencia y una cabeza muy dura para seguir en esto».

Es la primera exposición individual de esta envergadura de Carlos León en una institución en Madrid. «Pink Requiem» ofrece una degustación de lo mejor de este artista de fondo, su carrera abarca más de 40 años, algo extraordinario, que León atribuye a ese punto de tozudez necesario en el carácter del artista.

El método

«Siempre trabajo con música y siempre, trabajo una obra con la misma, desde el principio hasta el final, puedo poner cien veces o quinientas la misma pieza. Si cambio de música, me altera el “feeling” y puede estropearse todo».

«No hay nunca un boceto previo , uno lleva atrás como en una mochila, todo lo aprendido y lo vivido, lo que haces es intentar distraerte y que salga todo eso ordenadamente». Aunque se define como un «niño de pueblo» su estancia en ciudades como París o Nueva York ha contribuido inevitablemente a esa mochila vital. Su obra trata de mostrar ese contenido, pero no de cualquier manera: «Cuido mucho la técnica . El refinamiento técnico tiene mucho que ver con la voluntad de hacer comprensible aquello que quieres comunicar. Sin una buena técnica es como el que se pone a contar una historia y la cuenta mal».

El soporte es otra de sus preocupaciones constantes, utiliza todo lo que contribuye a aumentar el significado del cuadro: tela, madera, lona, poliéster translúcido y desde hace unos años, abusa del dibond, «es de una blancura impoluta, anónima, industrial. Es idóneo para trabajar con las manos, permite unas veladuras sutilísimas o empastes gruesos y además le da a la pintura un plus de modernidad. Quita un poco el componente clásico, ese tufo de los museos que la tela acentúa».

Con la intención de darse a conocer al público general deja una recomendación para disfrutar del arte: «La gente cada vez menos se acerca a mirar el cuadro de cerca, a olisquearlo (…) es la mirada pegada al cuadro la que da mayor información, la que te permite absorber todo aquello que el artista ha puesto ahí».

«Pink Requiem» puede vistarase en la Sala Alcalá 31 de Madrid desde el 17 de septiembre hasta el próximo 22 de noviembre de 2015.

Carlos León: «Pido al público que huela los cuadros»

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