Bartomeu Marí dimite como director del MACBA

La comisión delegada del MACBA ha decidido este lunes aceptar la dimisión del director del museo barcelonés. Bartomeu Marí. Así lo ha anunciado el teniente de alcalde de Cultura de Barcelona y presidente de turno de la Comisión, Jaume Ciurana, tras una reunión de urgencia convocada por la crisis desatada tras la cancelación de la exposición «La bestia y el soberano». Asimismo, se ha decidido cesar al conservador jefe Valentín Roma y al director de programas públics Paul B. Preciado, ambos comisarios de la polémica muestra, por pérdida de confianza. La decisón de la comisión llega por la polémica desatada por una escultura ofensiva contra Don Juan Carlos.

«Es evidente que esto no se ha gestionado bien; si no, no estaríamos todos aquí», ha remarcado Ciurana, que admite una crisis profunda de la institución, a la que ahora pretenden dar una salida con una nueva andadura después de siete años de Marí al frente del museo y 11 como trabajador.

Marí puso su cargo a disposición del Consorcio de la entidad, formado por Generalitat, Ayuntamiento y Ministerio de Cultura, tras desdecirse de su decisión de cancelar la exposición «La bestia y el soberano» ante la «práctica unanimidad de voces de asociaciones profesionales y sectoriales, entidades e individuos exigiendo la apertura de la exposición».

Solo unos días antes, el responsable del museo barcelonés había decidido suspender la exposición ya que, en su opinión, la obra que ha desatado la polémica no transmitía un mensaje un apropiado para el museo. En una carta abierta hecha pública el viernes por la tarde, Marí aseguraba: «si inicialmente pensé que la no inclusión de la obra de Ines Doujak o la no apertura de la muestra protegería al MACBA como institución cultural dedicada al servicio público, las consecuencias de ello han sido las contrarias a las deseadas. La publicidad dada a la obra y las opiniones emitidas por muy diferentes sectores de la sociedad, desde el mundo del arte y la cultura hasta la política y los medios de comunicación, así como los profesionales internacionales del arte, me han hecho reconsiderar la decisión inicial de no inaugurarla».