exposición
Las cabezas «pop» de Luis Gordillo, en el Real Alcázar
El artista sevillano reúne en el Real Alcázar sesenta piezas que van desde los años 60 hasta la actualidad
Luis Gordillo, el pintor sevillano más reconocido internacionalmente, reconoce que su interés por pintar cabezas en los años sesenta (y que le acompañó durante casi cinco décadas) surgió de un viaje a Londres que hizo a principios de los años sesenta. «Cuando volví de allí, me puse a pintar y la pintura que hacía ya era pop. La primera obra pop que se hizo en España fue mía», comenta a ABC.
Esta puede verse entre las sesenta impactantes piezas con las que el artista resume en el Real Alcázar su trayectoria artística en torno a esta constante pictórica de su obra. Gordillo se basó en imágenes de la prensa y en portadas de las revistas de la época para hacer algunas de ellas. «Al principio era muy pictórico —dice— pero poco a poco mi pintura se fue haciendo más plana con un color más cercano al color de la publicidad, es decir, las normas básicas del pop», reconoce el artista, que añade que «aunque en los primeros trabajos fueron apareciendo varias cabezas y después ya solo va a aparecer una cabeza como objetivo único, estructurándose con sencillez, casi como señales de la circulación, porque cada día eran más monotemáticas, con colores más simples».
El artista sevillano empezó a hacer cabezas cuando empezó a hacer sesiones de psicoanálisis en Madrid y comienza a creer en su pintura. «Es entonces cuando empiezo a trabajar con intensidad y a creer por primera vez en que podía ser pintor y a creer en la pintura que hago, porque antes —admite— un mes era pintor, otro mes era abogado y otra cosa, una anarquía completa y no conseguía creerme que yo podía ser pintor».
«Cabezas» muestra a un Gordillo ya en plena madurez con una selección de piezas que muestran un gran bloque de sus primeras cabezas, realizadas a mediados de los años sesenta, junto a las que se mostrarán aquellas otras, igualmente impactantes, que desarrolló durante los años setenta y ochenta.
Durante la inauguración de la muestra, Gordillo pudo departir con Carmen Laffón, que visitó la exposición. Los dos artistas vivos más importantes de Sevilla, los dos del mismo año (1934), los dos con dos trayectorias artísticas muy diferentes pero igualmente influyentes y decisivas, que lograron no sin esfuerzo, el reconocimiento unánime del mundo cultural e institucional, tanto dentro como allende nuestras fronteras, ofrecen sus trabajos en Sevilla hasta el mes de enero en dos exposiciones «históricas». Laffón, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en el monasterio de la Cartuja, y Luis Gordillo, en el Real Alcázar. También podría haber sido al revés.
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