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El Arrebato ilumina Chiclana con su forma de vivir la vida: «sonreír es mi manera de daros las gracias»
El cantante sevillano presentó su último disco 'Una tarde cualquiera', pero tampoco faltaron los temas más «clásicos» en una noche calurosa en Concert Music Festival
El Arrebato: «Me levanto todos los días soñando que voy a hacer una nueva canción»
La forma de vivir de El Arrebato contagia hasta al más pesimista. El cantante sevillano cantó, bailó y tocó las palmas, todo con una sonrisa imborrable; es su manera de «dar las gracias» y de no «faltarle el respeto a ese niño de 7 años que soñaba con subirse a los escenarios». Llegó a Chiclana para presentar 'Una tarde cualquiera' y para cantar los temas «clásicos», los de siempre, los de toda la vida de El Arrebato.
Chiclana tenía muchas ganas de convertir una noche cualquiera en inolvidable. Al igual que el artista andaluz. ««Nosotros venimos con muchísimas ganas de pasarlo bien; no con ganas de dar un concierto; sino con ganas de que sea el mejor concierto de la gira», afirmó tras arrancar por todo lo alto con 'Dame Cariño' y 'Que salga el sol por donde quiera. Entre el público, grupos enteros de seguidores lucían en sus cabezas la seña de identidad de El Arrebato, el pañuelo. La noche empezaba fuerte, curativa. Las vibras del sevillano dejan salir lo malo y hacen entrar lo bueno.
El Arrebato introdujo cada tema. Le dio su contexto y su sitio y siempre terminaba el discurso introductorio con el nombre de la canción. Pero con 'Cuando Quieras Quiero' fue diferente: Pidió un fuerte aplauso para Alicia Jiménez, cantante jerezana que le acompañó durante todo el concierto en los coros. Ambos protagonizaron el momento más íntimo y especial de la velada. Esa canción, ese diálogo, ese vis a vis. «En mi defensa diré, que soy adicto a tu boca; Que no se como querer a medias; Que son dulces mis derrotas», cantaba uno. «Pero no se trataba de volver a verte; Se trataba de verte volver, que es diferente», respondía el otro. Las manos entrelazadas, los ojos clavados en el otro. Emocionante. El final fue el culmen. «Por que se trata de que te quiero», entonaba El Arrebato con la rodilla izquierda en el suelo. «Y cuando quieras quiero», entonaba con su vozarrón Alicia Jiménez.
A El Arrebato le gusta la «gente que alegra la vida». Y él lo hace. Con sus letras, con su forma de ver el mundo. Consiguió que los problemas de cada uno de los presentes pasaran a un tercer o cuarto plano y que, por un momento, lo más importante fuera el ahora. Qué importante es rodearse en la vida de 'Gente Luminosa'. «La que pone a la alegría; Siempre en su menú del día; Gente que ilumina el mundo; Gente guapa cómo tú».
Tras temas como 'Durmiendo en tu ombligo', 'Una noche con arte' o 'Todo va a salirme bien', llegaba uno de los más esperados. Fue terminar su pequeña introducción, pronunciar: «¡Búscate un hombre que te quiera!» y escuchar el rugido del público. Las ganas eran enormes y no defraudó. El Arrebato terminó exhausto, arrodillado y con los brazos al cielo mientras caían sobre él los papelillos de confeti. La estampa era preciosa.
Daba igual que la giralda pille a una hora y media, El Arrebato no podía dejar a su gente sin el Himno del Sevilla FC. «Un millón de veces canté este himno y un millón de veces se lo dediqué a Antonio Puerta. Va por ti, Antonio». Esa letra ha trascendido de ser un himno de un equipo de fútbol a patrimonio de la humanidad. «Cuentas las lenguas antiguas...». Es difícil encontrar a una persona que no sepa, al menos, tararearlo.
'Mi colega de siempre' puso el lazo a un concierto excepcional. El Arrebato se despidió de Chiclana y dejó tras su marcha su legado: sonreír siempre, a pesar de todo.
