Entrevista:
Andrés Vázquez de Sola: «En España no hay democracia, hay partitocracia y mandan los partidos»
Puerto Real acogió la presentación del documental 'La ideología de los lápices' basado en la vida del a periodista, pintor y dibujante satírico de de 97 años
Tiene 97 años y sigue siendo un seductor. La aparente fragilidad de Andrés Vázquez de Sola (San Roque, 1927) pronto revela la fuerza de un hombre vital, ingenioso, que conserva toda la agudeza mental de quien es capaz de capturar con unos trazos la esencia de un personaje o un momento histórico.
Lúcido, locuaz y divertido, hace gala de una memoria envidiable y de una carcajada contagiosa. Su vida es prolífica, rica en experiencias y fecunda en trabajos. Vázquez de Sola, Hijo Predilecto de San Roque, ha recibido la Palma d'Oro, el Premio Internacional de Humor Gat Perich, la Medalla de Andalucía y el premio L'Ilustrad'Or de la APIC, entre otros muchos reconocimientos. Por si fuera poco, los humoristas gráficos más relevantes del mundo lo reconocieron como el mejor de entre todos ellos y le concedieron el premio Nasreddin Hoça. Sin embargo, quienes le conocen bien siempre destacan su humanidad y su generosidad. De Sola es un hombre bueno.
Acompañado de su mujer, Angélica Carmenate, el maestro del humor gráfico y literario viajó hasta Cádiz para estar en la presentación del documental 'La ideología de los lápices' realizado por la asociación campogibraltareña Coste Cero. La cinta recorre la trayectoria del dibujante con un relato en primera persona pero no deja de ser «una pincelada» en la ajetreada vida de Andrés Vázquez de Sola: «He dicho las cosas como las siento y sentiría haber molestado a alguien», se disculpa con humildad cuando se le pregunta por el documental que a través de memoria y dibujos, repasa su vida desde su niñez en San Roque hasta su exilio en Francia, su regreso a España y su vida en Granada.
El dibujante, «nacido una familia de orden y de derechas», trabajó en el diario Patria, en Diario Madrid y en Televisión Española, donde alcanzó fama haciendo caricaturas a los invitados del programa 'La Noche del Sábado'. Pero como sus viñetas delataban su querencia hacia la izquierda, –algo nada apetecible en tiempos de Franco–, el declarado comunista tuvo que salir de España a pie y «ligero de equipaje».
En Francia, sin dinero y exiliado político, encontró refugio entre los vagabundos que le enseñaron a sobrevivir. Durmió al raso, bajo los puentes del Senna y en coches que algún camarada circunstancial abría para el español hasta que consiguió un trabajo de albañil. No sabía caminar sobre los andamios y De Sola tuvo «la bendita suerte» de caerse... «aunque para el lado bueno». Le llevaron al hospital y tras un equívoco linguístico con el personal sanitario, el médico que le atendió vio sus dibujos y le animó a presentarlos al periódico satírico más importante de Francia, Le Canard Enchainé. La estrella del «jornalero del periodismo, del trabajador de la cultura» había empezado a brillar y su ascenso fue meteórico.
La gran corrida
El dibujo titulado 'La gran corrida franquista' tuvo tal éxito que se lanzó una tirada especial de un millón de ejemplares del popular semanario 'Le Canard Enchainé'. La fama del español como dibujante satírico y político aumentaba al igual que lo hacían sus colaboraciones con Le Monde, Le Monde Diplomatique y L'Humanité.
Vázquez de Sola regresó a España el mismo día en que se conoció la muerte del dictador, en noviembre de 1975. «Pensaba que iba a cambiar todo y no fue así», rememora.
Así que tras un periplo gris por periódicos y semanarios, regreso a París y comenzó a explorar su faceta de pintor con lienzos al óleo. Años después publicó sus dibujos en Triunfo, Diario 16, El Mundo, El Independiente, Interviú y Mundo Obrero pero la polémica no abandonaría al gaditano. En 1986 publicó dos antológicas viñetas en contra de la entrada de España en la OTAN que defendía Felipe González y fue procesado judicialmente. «No podía creer que hubiera escapado de Franco y me fueran a meter en la cárcel los socialistas». Al final la tormenta amainó y regresó la calma chicha.
Acérrimo defensor de la cultura, de la libertad, del humor y la ironía, Vázque de Sola no rehuye ningún tema por polémico que pueda ser. Reflexiona sobre el beso de Rubiales, sobre la guerra en Ucrania, los bombardeos a palestinos en Gaza, el auge de la extrema derecha en Francia, Pedro Sánchez y la investigación sobre su mujer Begoña Gómez... «Aquí en España ni se piensa libremente y ni tenemos democracia. En todo caso hay una partitocracia porque mandan los partidos. ¿Cómo puede ser una justicia independiente si los jueces están elegidos por políticos?». El gaditano reflexiona, argumenta y suelta una carcajada. Y es que su risa siempre está siempre presente porque «el humor es imposible de encadenar y tiene la capacidad de derribar muros y hacernos más felices».
Museo en San Roque
La colección Vázquez de Sola, con casi un centenar de piezas, ya puede verse en el nuevo Centro de Arte Contemporáneo en la plaza de Armas de San Roque. Son casi un centenar de obras que tienen como hilo conductor el retrato.
La primera parte de la exposición está dedicada a los campogibraltareños, vecinos que cuentan historias de la comarca y entre los que hay artistas, intelectuales, músicos y escritor desde Luis de Lacy, José Cadalso, Francisco María Tubino, Juan Domingo de Mena, hasta el siglo XX con Juan Luis Galiardo, Carlos Castilla del Pino, Paco de Lucía y Carlos Pacheco, entre otros muchos.
La segunda parte de la colección es un recorrido por diferentes épocas de la mano de los personajes legendarios que la configuran. Se trata de una obra llena de color y, sobre todo, impregnada del humor del intelectual gaditano.