Yolanda Díaz e Iceta dejan al sector cultural sin margen para contratar
La reforma laboral suprime el contrato que usan los artistas sin dar alternativas
Bono cultural joven: cómo solicitarlo, quiénes pueden hacerlo y cuánto dinero es la ayuda

Se dejó ver en la gala de los premios Goya, y antes en la de los Feroz. Trató de atribuirse la paternidad del bono cultural joven y, siempre que puede, ensalza las bondades de la cultura. Pero en la primera oportunidad que ha tenido ... para arropar al sector, Yolanda Díaz se ha olvidado de él. La «histórica» reforma laboral aprobada hace dos semanas no solo no ha tenido en cuenta las especifidades de los trabajadores de la cultura, sino que dificultará aún más su encaje laboral. La supresión del contrato de obra y servicio -el más utilizado en un sector que se caracteriza por la intermitencia- y el recargo aplicado a los contratos de una duración menor a 30 días dejan sin margen de maniobra al sector.
«Cuando el Congreso aprobó por unanimidad el Estatuto del Artista , se hizo sobre la base de que había que tener en cuenta la especifidad del mundo cultural, donde muchos contratos son por días, como ocurre con los músicos o los técnicos que tienen que montar escenarios. Han pasado más tres años y cuatro ministros, y no solo es que sigan sin hacer nada, lo peor es que han legislado en contra del Estatuto del Artista», resume el senador del PP Miguel Lorenzo , que ha registrado dos preguntas escritas para que el Gobierno aclare este «disparate». La ministra de Trabajo y el ministro de Cultura, Miquel Iceta , tienen hasta el 31 de marzo, cuando acaba la moratoria prevista en la reforma, para solucionarlo.
Una veintena de asociaciones que representan a sectores como la música, el teatro, el cine o el circo ya han transmitido al Gobierno su inquietud por un problema «de una gravedad extrema». La desaparición de la obra y servicio deja al sector sin su modelo de contrato principal y la penalización prevista para los contratos inferiores a los 30 días encarecerá sensiblemente los costes. Este recargo ronda los 27 euros al día, lo que triplicaría el coste diario que existía hasta ahora. Al no contemplarse la obra y servicio, además, se impone la obligación de volver fijos los contratos de un mismo empleador que superan los 90 días. Es decir, si un actor se vincula a una producción por 92 días o un técnico acumula cuatro meses por distintos montajes en fechas separadas, la ley estipula que esos contratos deben volverse fijos. «Esto demuestra que no se tienen en cuenta las especifidades del colectivo de los artistas», lamenta Guillem Arnedo , presidente de la Unión de Músicos y portavoz de la Mesa de Federaciones de Músicos.
Más costes
Un ejemplo de este desprecio a uno de los sectores más castigados por la pandemia es que, en el recargo a los contratos por días, Trabajo sí contempló exenciones con los empleados del hogar o en la agricultura. «En cambio, no han recogido las contrataciones artística», señala Arnedo. Otra consecuencia de la reforma laboral es que, sin el contrato por obra y servicio, las indemnizaciones pasarían a ser las estándar; es decir, en lugar de 12 días por año trabajado habría que pagar 33. También podría ocurrir que, al final de un rodaje, las productoras debieran tramitar eres por el elevado porcentaje de personal que tendrían que despedir.
«Con la normativa que ahora entra en vigor, será imposible realizar contrataciones», asegura el portavoz de Cultura del PP en el Senado, Miguel Lorenzo. En la última comisión celebrada en la Cámara Alta, Lorenzo ya planteó esta cuestión a Iceta. «Tienen razón cuando dicen que en la reforma laboral no se ha tenido en cuenta el problema», respondió el ministro, y aseguró que Cultura y Trabajo ya estaban trabajando en ello. La realidad, como en tantas otras iniciativas, es que Cultura llega tarde .
El primer retraso tiene que ver con el Estatuto del Artista, un paquete de 75 medidas que contemplaban esta problemática. Apenas se han aprobado cinco. El otro compromiso incumplido es el que Iceta y Díaz asumieron en diciembre: la reforma del régimen especial laboral , que data de 1985, para incluir en él a técnicos y otras profesiones conexas a los artistas y regular sus particularidades. El Gobierno se comprometió a tener listo un borrador en enero, pero a día de hoy Trabajo no lo ha remitido a las partes implicadas. «La reforma del real decreto 1435/1985 debería recoger la necesidad de los contratos temporales -valora el portavoz de la Mesa de Músicos-, pero los plazos son muy ajustados. Estamos preocupados por si no se llega a tiempo». Una portavoz de Trabajo aseguró ayer a ABC que esperan culminar la reforma de la normativa de los años ochenta «en breve».
Otras soluciones que plantea el sector mientras se llega a una solución definitiva son eliminar el recargo a los contratos pequeños mediante una disposición adicional o la aprobación de un real decreto que establezca la prevalencia del régimen especial laboral, que sí contempla los contratos de obra y servicio, sobre la nueva regulación aprobada, incluyendo también al personal técnico y auxiliar. Una experta en relaciones laborales consultada, no obstante, cree que hay motivos para pensar que el real decreto de 1985 se podría seguir aplicando incluso después del 31 de marzo, pero esto sería entrar en «terreno desconocido», apostilla Arnedo. «Estaríamos en una situación desconocida, más de opinión e interpretación. Sin una normativa clara, vamos a tener muchos problemas».
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