«Warcraft: El origen» y el choque de civilizaciones
La nueva superproducción desarrolla una historia sobre el bien y el mal repleta de matices
![Imagen de la película «Warcraft: El origen»](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2016/06/03/warcraft--620x349.jpg)
El bien y el mal, una confrontación tan antigua como el mundo , o casi. En esos terrenos se mueve «Warcraft: El origen», una de las superproducciones cinematográficas del año. Humanos contra orcos; buenos contra malos.
Del violento encuentro de estas dos razas trataba el primero de los videojuegos , «Warcraft: Orcos y humanos» , en los que está basada la película. En el mundo de los humanos, Azeroth, se vivía con tranquilidad hasta que, un día, un portal dimensional se abrió y entraron en manadas los orcos; unas criaturas con bastante mala leche y robustas de dar miedo. «Ellos son más fuertes, sé más inteligente», dice Anduin Lothar (uno de los pesos pesados del mundo Warcraft), el personaje interpretado por Travis Fimmel.
Si el bien y el mal son conceptos antiguos, lo de encontrar nuevas civilizaciones tampoco nos coge por sorpresa, y en España sabemos mucho de eso. Si cambiamos las puertas dimensionales por navíos, hace más de 500 años, los españoles llegaron a América . Una de las escenas de Warcraft recuerda a las estampas que dejó el descubrimiento indiano. En un frondoso bosque, unos soldados esperan a lo desconocido y, armados hasta los dientes, se ven superados por unos seres ataviados con trapos y cueros.
Pero la historia de Warcraft fue evolucionando con el tiempo, y conforme lanzaron más videojuegos, añadieron más razas a la ecuación, y algo de profundidad . Ni unos eran tan buenos, ni otros tan malos. Como todo en la vida, aparecieron poco a poco las escalas de grises mientras los «jugones» se engancharon a un universo cada vez más complejo y repleto de posibilidades.
![Anduin Lothar junto a la orca Garona](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2016/06/03/warcraft-2--510x286.jpg)
El universo estaba plenamente desarrollado cuando llegó «World of Warcraft» (el juego online). Esos claroscuros que aparecieron en la segunda entrega, llegaron a tal punto que el mundo Warcraft quedó minuciosamente detallado . Los fans más acérrimos conocían la historia y hasta las peripecias de cada héroe.
Aquel primitivo videojuego de estrategia se había convertido en algo más que una simple excusa para batallar: era una historia universal , no hablaba sobre el choque de civilizaciones, hablaba sobre todo lo que ello conlleva. Y lo hacía con personajes repletos de matices, facciones imperfectas y un mundo en llamas lleno de seres extraños tan humanos como nosotros. Tan humanos como aquellos españoles que dieron los primeros pasos europeos en La Española, y como los indios que vieron un mundo, que para ellos no existía, desembarcar en sus playas.
Noticias relacionadas