La increíble historia de Vicente Talledo, el gran cartógrafo español olvidado
En 1814 realizó el más imponente mapa del Reino de Nueva Granada (Colombia, Panamá y Ecuador)

El trágico, tozudo y leal Vicente Talledo y Rivera (Valencia, 1758 - Madrid, 1820) -cuyo quedo era el gritar, según reporte de uno de los tantos enemigos ganados en aquellos tiempos de revoluciones, guerra y peligro-, fue un militar español graduado de la Academia de Matemáticas de Barcelona, miembro del Real Cuerpo de Ingenieros Militares de España, numerus clausus, y brigadier general póstumo de Infantería de los Ejércitos del Rey, fue también autor del Mapa corográfico del Nuevo Reyno de Granada (actuales Colombia, Ecuador y Panamá). La pieza, dispuesta en ocho franjas con un área total de 8.4 m2, constituye la mejor representación cartográfica de esa parte del mundo, un territorio de unos 1.7 millones de km2 (las áreas sumadas de Portugal, España, Francia, Italia y Grecia).

¿Cómo se explica que semejante mapa pasara desapercibido durante dos siglos a ingenieros, cartógrafos e historiadores? ¿Podemos atribuirlo al tardo relanzamiento de la Universidad española en el siglo XX y al vicio mitográfico hispanoamericano , del que Colombia es fiel cultora?
Talledo fue un valenciano de familia cántabra, hijo de un oficial de la Renta de Tabacos que había emigrado de la Montaña al vergel del Turia por el año de 1750. Mientras que el primogénito seguía los pasos del padre en la Renta, el segundón Vicente ingresó a temprana edad en el Regimiento de Artillería de Valencia, pasando en 1774 a la plaza de Orán, donde obtuvo la distinción como soldado raso. Estudioso de las matemáticas, fue admitido en la Academia barcelonesa, para lo que fue ascendido a cadete. Cumplidos los cuatro años del programa de estudios, fue admitido en el Real Cuerpo de Ingenieros en 1782.

Comenzó su carrera como construcción de cuarteles, adelantamiento en boga en tiempos de Carlos III, de lo que perdura ejemplar en el edificio que hoy alberga la Diputación de Andalucía en Sevilla . Combatió en la Guerra de los Pirineos, siempre a la vanguardia, donde operaban las brigadas de Ingenieros. En el otoño de 1793 construyó un puente de 100 metros sobre el río Tet , en el Rosellón francés, que dio paso a la retirada española, una vez se reveló imposible consolidar las victorias estivales contra la Nación en Armas, por lo que el Ejército de Cataluña debió replegarse al sur de la frontera.
Tropiezo en tiempo de paz
Con una luciente hoja de servicios y bienquisto de sus comandantes en la guerra, el militar vino a tropezar en la paz. Cierta trifulca con un sobrestante de obras, ocurrida en la villa de Figueras mientras trabajaba en la planimetría del castillo de San Fernando, le costó el traslado a América . Previsto normalmente para cinco años, Talledo permaneció quince entre el Nuevo Reino de Granada y Panamá, detenido en el caos que siguió al rompimiento revolucionario en Tierra Firme .
En medio de circunstancias cada vez más difíciles, el cartógrafo labró su mérito en América, pero, al igual que tantos contemporáneos, no pudo evitar la derrota, el enjuiciamiento y la desgracia . En efecto, su participación en la defensa realista de Santa Marta contra las tropas revolucionarias de Cartagena de Indias dio al traste cuando las tropas del rey se vieron forzadas a abandonar la plaza en la primera semana de 1813.

El por entonces teniente coronel fue condenado, junto con otros cuatro oficiales superiores, a la expulsión del Ejército . Mientras se hallaba bajo arresto en Panamá, procesado y marginado, completó su Mapa corográfico , fruto de doce años de estudio en aquel país que había llegado a ser suyo, donde nacieron tres de sus hijos y alcanzara la cumbre de su carrera como hombre de confianza del virrey Antonio Amar y Borbón.
Obra de un cartógrafo solitario sobre un territorio inmenso , el mapa fue levantado con recurso al método de la ojeada militar . Consistía éste en la disposición sobre plancheta (tabla y papel) de los accidentes observados en la marcha, que por lo general se efectuaba en parte a caballo y en parte a pié. Así pues, el Mapa corográfico no fue resultado de un levantamiento sistemático sobre el terreno, lo que por lo demás sólo será norma en Europa desde el último tercio del siglo XIX (si bien había sido practicado por cartógrafos de Felipe II desde el siglo XVI y por holandeses y franceses en los siglos XVII y XVIII). Más aún, el mapa de Talledo sólo es de primera mano en su cuarto nororiental, construido sobre líneas de rumbo (azimuts) trazadas entre alturas notables, las que pueden apreciarse únicamente en las primeras cuatro franjas. La representación del suroccidente del Nuevo Reino es pobre; no así la del Reino de Quito, que contaba, gracias a la Expedición hispano-francesa para la Medición del Grado Ecuatorial (1736-1744), con una sólida tradición cartográfica.
Mapa mixto
Tenemos a la vista un mapa mixto en dos sentidos: corográfico (descriptivo y fidedigno) en su parte norte, erudito y de gabinete por el sur. También es mixto en tanto que mapa físico -aplicado a la descripción del terreno- y político, puesto que representa una jurisdicción, en este caso virreinal hispanoamericana, con sus ciudades, provincias y límites. Del Mapa corográfico existe versión impresa, reducida a la parte nororiental, grabada y comercializada, sorprendentemente, por la casa londinense de Robert H. Laurie en 1820. No hay que olvidar que las ordenanzas de Ingenieros estipulaban como contravención grave la cesión o venta de materiales cartográficos a súbditos de potencias extranjeras. Su título figura en español, Mapa corográfico de la Provincia de Cartagena de Indias y parte de las de Santa Marta, Girón, Socorro, Vélez, Antioquia, Chocó del Norte y sus Confines, mientras que la cartela está en inglés.
Copia parcial en Londres
¿Cómo pudo ocurrir semejante transacción? La motivación de Talledo no pudo ser otra que la necesidad y el resentimiento tras su sentencia en Consejo de Guerra, pronunciada en Cartagena de Indias el 25 de septiembre de 1816. Sabemos que en junio de 1817 ancló en ese puerto el mercante inglés Fame, en cuya tripulación venía Andrew Livingston , master en la Marina Mercante británica, estudioso de las corrientes marinas y proveedor habitual de mapas para la casa Laurie. Entonces Talledo debió ceder a la tentación de vender la copia patrón de lo mejor de su cartografía. No hay que olvidar que por entonces España y Gran Bretaña eran aliadas , lo que sin embargo no atenúa la gravedad de la contravención cometida por el expulso ingeniero.

El mapa que aquí se presenta fue fruto de la comisión ordenada por el virrey Antonio Amar y Borbón en 1803 , de numerosos viajes que enfrentaron al facultativo Talledo en peligrosos lances contra los revolucionarios neogranadinos, de sus conocimientos y de su perseverancia. La pieza fue concluida en Panamá a finales de 1814, con la ayuda de su primogénito Juan Antonio, quien, educado por su padre, contribuyó con superiores artes al lavado del mapa (coloreado a la aguada).
El Mapa corográfico del Nuevo Reyno de Granada se conserva en el Archivo General Militar de Madrid, signatura 6.032 . Además de éste, se han descubierto, entre archivos españoles y colombianos, 34 piezas más del compás del ingeniero Talledo. Tras repetidas instancias ante Fernando VII, en las que siempre prestó más atención a sus acciones contra los insurgentes americanos que a su obra cartográfica, Talledo fue póstumamente exonerado de su condena y ascendido a brigadier general de Infantería . Al momento de su muerte, en mayo de 1820 -cuando sonaba en las calles de Madrid el jolgorio por la restauración de la constitución al despuntar el Trienio Liberal-, Talledo era el oficial más antiguo del Cuerpo de Ingenieros. Mucho queda por decir sobre sus mapas y su vida entre dos mundos , pero ya se agota el espacio de esta columna.