El único vestigio de la «Noche triste» de Hernán Cortés
México confirma que el tejo de oro hallado en 1981 es un testimonio material de la huida de los españoles en 1520
A apenas unos meses de la conmemoración en México de los 500 años de la llamada « Noche triste », estudios realizados con tecnología avanzada han confirmado que un tejo de oro hallado en 1981 es un vestigio de la célebre huida de Hernán Cortés y sus hombres de Tenochtitlan emprendida el 30 de junio de 1520.
La barra metálica fue hallada el 13 de marzo de 1981 al norte de la Alameda Central de Ciudad de México, en un lugar que se corresponde con la ruta de la fuga de Cortés , y sus características coinciden con las referidas en fuentes históricas, pero aún así se estimaron nuevos estudios para autentificarla.
El director del Proyecto Templo Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, Leonardo López Luján, explicó que desde mediados de la década de 1970 se han efectuado estudios sistemáticos de la composición química de varias colecciones arqueológicas, «poniendo énfasis en su contenido porcentual relativo de oro, plata y cobre».
En comparación con la de otras áreas mesoamericanas como la maya (objetos extraídos del Cenote Sagrado de Chichén Itzá), o la mixteca (Valles Centrales), las piezas de oro recuperadas en las excavaciones del Templo Mayor cuentan con los menores porcentajes de cobre .
Para estudiar el «tejo de oro», López Luján señaló que con la ayuda del doctor José Luis Ruvalcaba, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se usó un equipo portátil dotado de Fluorescencia de Rayos X (XRF), «una probada técnica multielemental de alta sensibilidad, no destructiva, no invasiva y sumamente rápida».
En fechas recientes, realizaron 23 lecturas de XRF en regiones distintas de esta pieza y, como consecuencia, descubrieron que «es muy homogénea químicamente», con una composición promedio de 76,2 % de oro, 20,8 % de plata y 3 % de cobre. «Si se comparan estos valores con los consignados en la gráfica de zonas geográficas mesoamericanas de uso, nos percataremos que el lingote se sitúa dentro del grupo de piezas recuperadas por el Proyecto Templo Mayor », precisó el doctor López Luján en un comunicado del INAH .
«Más interesante aún es que se localiza perfectamente en la región ocupada por nuestras piezas más tardías, las de la etapa VI (1486-1502 d.C.), y particularmente por las halladas en torno al monolito de la diosa Tlaltecuhtli, como es el caso de las ofrendas 122, 123,125 y 149. Lo anterior es significativo, pues el lingote habría sido fundido entre 1519 y 1520 d.C.», detalló.
El lingote, de 1,93 kilos, fue descubierto a mediados de 1981 durante la construcción de la Banca Central (Bancen) en las inmediaciones de Avenida Hidalgo, en lo que hoy corresponde a los terrenos donde se asienta el Sistema de Administración Tributaria. Uno de los trabajadores, Francisco Bautista, lo encontró a 4,8 metros de profundidad y se encargó de entregarlo a los arqueólogos.
La ubicación del hallazgo concordaba con el camino seguido por Cortés y sus hombres en la «Noche triste» que causó bajas importantes de españoles, tlaxcaltecas y huejotzincas a manos d elos tenochcas. El «tejo de oro» se hundió en el canal de Toltecaacaloco, quedando sepultado en su lecho, hasta que fue descubierto casi 460 años más tarde.
López Luján resaltó que este lingote es una pieza «clave» en el rompecabezas de ese suceso histórico , pues coincide con la descripción que Bernal Díaz del Castillo hizo de los «tejos de oro» que se obtuvieron de la fundición del «Tesoro de los antepasados de Moctezuma».
«Bernal refiere que los tejos medían tres dedos de ancho, equivalente a 5,4 centímetros, y aunque no lo crean, eso mide el lingote hallado en 1981» , dijo el arqueólogo.
Asimismo, en el Códice Florentino se asienta e ilustra que, una vez consumada la venganza, los mexicas regresaron a los canales a buscar los objetos expoliados y es curioso que uno de ellos aparece portando una espada en la mano derecha y un «barrete de oro» en la izquierda.
La pieza fue elaborada entre noviembre de 1519 y junio de 1520, por los «plateros» de Moctezuma que residían en Azcapotzalco, bajo la supervisión y los estándares de los conquistadores españoles. Se confeccionó en las Casas Viejas de Axayácatl, fundiendo «un conjunto de joyas e insignias de orfebrería mexica», a una temperatura de 950° C.
«Las piezas mexicas fundidas procederían del ‘Tesoro de los antepasados de Moctezuma’, hallados por los españoles en el Teucalco (Casas Viejas de Axayácatl) o, quizás, del oro obtenido como botín de guerra en los almacenes reales de Petlacalco, las armerías del Tlacochcalco o los talleres artesanales del Totocalli», indicó López Luján antes de apuntar que el «tejo de oro» se exhibe hoy en el Museo Nacional de Antropología «como dramático testigo material de la Conquista española y testimonio arqueológico único de la llamada Noche triste».
Noticias relacionadas