La tradición del vidrio conquista la vanguardia

La Real Fábrica de Cristales de la Granja sigue aplicando técnicas del siglo XVIII en el diseño de sus piezas, que triunfan en Nueva York, Londres, Milán y el resto de los principales circuitos internacionales de diseño contemporáneo

Modelo de lámpara de suspensión Rfc+

SUSANA ALCELAY

En la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia) se elaboran piezas de vidrio como lo hacían los maestros artesanos en 1727. El poso de la tradición va grabado a fuego en los cristales que salen de los hornos directos a las plazas internacionales más punteras en diseño contemporáneo. Nueva York, Londres, Milán... circuitos donde la Marca España tiene ganado el reconocimiento.

Hoy, artistas y diseñadores trabajan codo a codo con la Fábrica segoviana, que nació en el siglo XVIII al calor de la nueva dinastía borbónica, y cerró sus puertas un siglo después. Comenzó de nuevo a producir en 1982, cuando Don Juan creó la fundación que hoy la gestiona. Los vidrios viven una segunda juventud desde hace 35 años cuando la monarquía española recuperó el oficio de vidriero , el patrimonio y legado cultural de la Fábrica.

Blanca García, directora gerente de la fundación explica a ABC la apretada agenda que los cristales españoles tienen en los próximos meses. «En abril estaremos en la semana del diseño de Milán, en la galería de Rosana Orlandi con la colección de lámparas Rfc+. Y en mayo vamos a la semana de la decoración de Nueva York también con esta colección de lámparas».

«En otoño tenemos en marcha un proyecto con la firma Loewe que será presentado en Londres, y varios más pronto verán la luz», adelanta García tras recordar que el mundo de la joyería de «alta gama, de lujo», se ha abierto camino en la Fábrica con el diseño de vanguardia del artista catalán Chus Burés. Este mes presentó su colección «Glass Bubble Collection», piezas de vidrio soplado, moldeadas a mano, doradas a fuego con oro de 24 quilates y aplicaciones de colores en caliente. Forman parte de la colección colgantes, anillos y pulseras elaboradas a partir de brazos de lámparas de araña reconvertidos a través de complejas técnicas.

Joyas de vanguardia pero sin descuidar el diseño clásico . El gusto por la tradición ha hecho que las lámparas de araña, durante siglos el producto estrella, se sigan fabricando. A propósito del 300 aniversario del nacimiento de Carlos III, el pasado año se presentó la colección del "III Centenario" con la que se recuperaron los tres modelos básicos de esta lámpara.

La Fábrica elabora piezas bajo petición y por catálogo. Se pueden adquirir en la tienda física y en la web . Casa Real sigue siendo el cliente más ilustre pero otros muchos están fidelizados por la calidad del producto y la marca. Los últimos en sumarse han sido los patrocinadores de eventos deportivos que demandan trofeos.

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