Cumple 75 años
Roger Waters, el ego que llegó a denunciar a Pink Floyd, el grupo de su vida, para liquidarlo
El prestigioso compositor británico cumple 75 años. Relatamos la historia de la ruptura de la mítica banda de Cambridge, en donde él era bajista, y que acabó como el rosario de la aurora con litigios millonarios

« Que les den a los gobernantes », bramó Roger Waters este mayo en su show madrileño en una jornada marcada por la agitada situación política que vivía nuestro país, con un PP condenado en el juicio principal de la trama Gürtel que, como saben, derivó en el final de Rajoy y la llegada de Sánchez . «Que les den a los gobernantes», clamó Waters con el terreno abonado para ello ante la multitudinaria audiencia que atestaba el Wiznik Center . Se podría decir que el exlíder de Pink Floyd había abandonado también la banda de su vida de una manera similar, cambiando «gobernantes» por los nombres del resto de integrantes. Llegó a denunciarles para tratar que se disolvieran.
El compositor británico desertó de Pink Floyd en 1985, casi 15 años después de haber asumido la batuta de mando y creación tras la salida del primer jefe, Syd Barret , el «diamante loco» que sucumbió al abuso de las drogas y al que sustituyeron por David Gilmour . Los mayores éxitos comerciales del grupo llegaron con esta formación , pero todo se torció y acabó como el rosario de la Aurora entre los miembros clave. ¿Qué pasó?
Roger Waters era, digamos, el ideólogo de esta banda de pop psicodélico que derivó al rock progresivo bajo su liderazgo. De Gilmour siempre se dice que es mejor intérprete, más virtuoso y carismático, no tan ególatra y sus solos de guitarra y sonido son la madre del cordero del grupo. ¿Quién tiene mayor importancia? Difícil respuesta, son un complemento el uno del otro también compositivamente... sin olvidar los aportes del restos de ilustres integrantes: el baterista Nick Mason , y el fallecido teclista Richard Wright .
«Me equivoqué al demandar a Pink Floyd», dijo Waters durante una entrevista con la BBC. En 1986, tras largarse de la banda no quería que estos siguieran utilizando el nombre del grupo. «Pensaba que aquello era equivocado y era yo quien lo estaba», comentó Waters. Tras dos años de contencioso, el asunto se resolvió aparentemente, aunque el daño ya estaba hecho. «Fue una de las pocas veces que aprendí una lección tras una disputa legal», destacó músico . El bajista, que desarrolló luego una carrera de solista, dijo que cree que hizo lo correcto al dejar a Pink Floyd en 1985. «Así pude expresar mis ideas sin limitaciones». La banda sacó dos discos más sin él: « A Momentary Lapse of Reason » (1987) y « The Division Bell » (1994).
Waters consideraba en 1986, en una frase ya mítica, que Pink Floyd era « una fuerza creativa desgastada » y decía que «si Pink Floyd se retira ahora de los escenarios aún podrá conservar su reputación, aunque con ello se cierre un capítulo de la historia del rock». Esas eran sus razones, esa era su línea dura: «La capacidad creativa de Pink Floyd se ha desgastado y lo más honrado es que el grupo se disgregue y desaparezca de la escena musical». Incluso llegó a litigar con ellos por el uso del cerdo gigante que usaban en su espectáculo de « The animals » (sale en la portada incluso) y que hacían volar sobre el escenario. Básicamente, Waters defendía su importancia preponderante en el grupo: la banda era lo que era gracias a su labor, las letras eran suyas, las armonías eran suyas y el cerdo también. El resto, en Pink Floyd, un poco vacilando, lo continuaron sacando pero añadiéndole unos testículos. Roger Waters les volvió a demandar en 1988. Siempre se ha dicho que Waters no quería tener que competir con Pink Floyd, una marca mucho mayor que la suya personal, y que por eso quería fulminar el grupo, el grupo de su vida y del que acabó, según la leyenda, siendo un poco dictador.
La explosión comercial de Pink Floyd tuvo lugar 1973 con el disco «The dark side of the moon», con el que arrasaron en las listas de éxitos. Después siguieron otros «Wish you were here» (1975) y «The wall» (1979). Pese a sus diferencias, en el Live 8 del 2005, los miembros de Pink Floyd volvieron a tocar juntos. Seis años después, sin la presencia del tecladista Richard Wright, ya fallecido en el 2008, repitieron en el Arena 02 de Londres durante el show de Waters, « The Wall ». Y este jueves Waters cumple 75 años, pero no parece que se le haya ablandado el carácter. Y las posibilidades de que se vuelvan a reunir con el resto de miembros vivos de Pink Floyd, con David Gilmour, sobre todo , son muy escasas , en palabras del director creativo de la banda, Aubrey «Po» Powell , el autor de las icónicas portadas de sus discos, y que conoce a ambos desde los 15 años. Aunque también añade, como clavo ardiendo para los fans: « Nunca digas nunca ».