Roberto Bolle convence en Peralada con su homenaje a la danza
El divo italiano ofreció una gala con una muestra de diferentes estilos y tendencias
Con un programa muy bien planteado y equilibrado, con una muestra de diversas tendencias y estilos que incluyeron maravillas del clásico mezcladas con joyas del neoclásico y con otras tantas muestras de coreografías de rabiosa actualidad. Hubo danza de calidad y buenos intérpretes, con la personalidad, poderío y belleza física de Roberto Bolle como principal reclamo.
La velada comenzó con «Prototype», de Massimiliano Volpini sobre música de Piero Salvatori, concebida para loa y alabanza del bailarín italiano, « étôile » del Ballet de La Scala y primer bailarín del ABT de Nueva York . Con un interesante juego de espejos que mostraban a Bolle en directo y grabado en vídeo, se trata de un alarde de modernidad, divulgativo y que busca la complicidad de los más jóvenes y neófitos.
Con «After de rain», del gran Christopher Wheeldon y melancólica música de Pärt, llegó una danza gimnástica, sutil, musical y poética, con acentos de Cranko, muy bien interpretada por Anna Tsygankova y Matthew Golding, quienes también brillaron en el popular «pas de deux» de « Don Quixote », con una coda espectacular.
«Un Bolle que mostró sus armas dramáticas»
En «Le Corsaire» se lució sobre todo el espléndido bailarín cubano Osiel Gouneo , con giros y saltos espectaculares y con unos quiebres marca de la casa que brindaban un nuevo punto de vista a este paso a dos siempre tan bien recibido.
Su «partenaire», Sarah Lane , no alcanzó a levantar el vuelo pese a la corrección en sus «fouettés». La bailarina estadounidense remontó en el clásico «Diana y Acteón», con un Gouneo nuevamente soberbio. Un Forsythe maravilloso y elegante, «Duet» de «New suite», llegó espléndidamente servido por Elena Vostrotina y Christian Bauch, una pareja muy bien compenetrada que también impresionó en «Vértigo Maze», de Stijn Celis sobre música de Bach .
Cerró la primera parte una «Suite» de «L'Arlésienne», con un Bolle que mostró sus armas dramáticas junto a una espléndida Viktorina Kapitonova, pareja que también despidió la gala con un divertido «Pas de deux» de Christian Spuck sobre la obertura de «La gazza ladra» rossiniana llena de humor y de guiños al ballet clásico.
Completaron el programa un paso a dos masculino de Roland Petit -Timofej Andrijashenko- y un final de fiesta primero con gusto a jazz a cargo de todos los bailarines y, después, con Bolle como estrella solitaria y con Freddy Mercury dotándolo de una atmósfera de poderío pop.
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