Ricardo: «Mingote fue mi primer maestro»

Discurso íntegro de Ricardo Martínez 'Ricardo', premio Mingote

Ricardo, durante su discurso EFE

Ricardo

Buenas noches.

A principios de 2020 sufrí un ataque de pancreatitis, que me tuvo ingresado en el Hospital Ramón y Cajal durante más de un mes, coincidiendo con el comienzo del confinamiento.

Entre mi estancia en el hospital y mi estancia en casa, rodando por todas las habitaciones con un gotero, estuve casi tres meses sin hacer un solo dibujo, sin hacer una caricatura, sin coger un lápiz.

Es como si mi vida se dividiera en un antes y un después de esos meses del confinamiento y la pancreatitis.

Cuando hace unas semanas me llamó don Santiago Muñoz Machado para comunicarme la concesión del premio Mingote , me dio una alegría inmensa. Yo le pregunté cuál era la viñeta por la que me habían concedido el premio, y él me describió la imagen del personaje enfrentado a los coronavirus como si fueran los tanques de la icónica foto de la Plaza de Tiananmen.

Después de despedirnos me quedé pensando en esa viñeta…

¡Y no la recordaba!

Empecé a sudar frío y pensé que me estaban dando un premio por la viñeta de otro dibujante. Me puse a buscar el dibujo en las carpetas virtuales en las que guardo todos los chistes de forma metódica.

Y no aparecía esa imagen por ningún lado.

Por fin hice una búsqueda en Google y ahí estaba la viñeta.

¡Y la había hecho yo!

La única explicación que puede justificar esa amnesia por mi parte es que esa ilustración fue hecha en esa otra vida anterior . Antes de la pancreatitis y del confinamiento, antes de esos meses sin coger un lápiz.

En esa vida anterior, años atrás, teníamos la suerte de poder ver los chistes de Mingote todos los días en ABC.

Mingote fue mi ídolo desde que vine a España con mi familia en 1969, desde mi país de nacimiento, Chile.

Mi padre compraba el ABC todos los días, y yo corría a ver la viñeta de Mingote. Por aquel entonces yo tenía trece años.

Ya en esa época me encantaba ver los trazos firmes de su pluma, y el humor siempre elegante e inteligente.

Podría decir que Don Antonio Mingote fue mi primer maestro .

Muchos años después, ya siendo un dibujante profesional, tuve muchas ocasiones de pasar buenos ratos junto a don Antonio.

Como a mí esto de las viñetas diarias me cuesta una barbaridad le pregunté en una ocasión cuál era su secreto para, después de tantos años, seguir acertando día a día con sus chistes.

Él me respondió que no había ningún truco, que la inspiración no era lo más importante, sino el trabajo, trabajo y más trabajo.

Me hizo polvo porque yo esperaba unas palabras mágicas que solucionarían mi pesadilla diaria, que es hacer una viñeta.

Espero que con ese «trabajo y más trabajo» que decía Mingote, pueda seguir encontrando esa inspiración para hacer mis dibujos en esta nueva época post pancreatitis y post pandemia.

Quiero expresar mi agradecimiento a todos los miembros del jurado: Santiago Muñoz Machado, Jordi Juan, Javier Moreno, Ángel Ortiz, Julián Quirós, Francisco Rosell y José Miguel Santamaría por concederme el premio Mingote. A todos los directores de mi periódico por permitirme trabajar con toda libertad , y a mi familia, por aguantarme el mal genio cuando aún no encuentro un buen tema para una viñeta o porque, por mucho que trabaje, no me llega la inspiración.

Muchas gracias.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación