La Reina renueva «el amor por el periodismo riguroso y la democracia»
Ante los graves acontecimientos políticos, el Rey delegó en Doña Letizia la entrega de los galardones
La Reina recurrió esta noche a una cita de una película de José Luis Garci –«uno no envejece cuando ama»– para renovar «el amor por un oficio, el del periodismo riguroso, que uno indisolublemente al compromiso con la democracia y con la libertad». Doña Letizia hizo esta afirmación en la Casa de ABC, donde presidió la Cena de los Cavia en unas circunstancias muy excepcionales.
En un principio estaba previsto que fueran los Reyes quienes entregaran los premios más prestigiosos y con más solera (97 años) del periodismo español. Sin embargo, los excepcionales acontecimientos políticos que se vivieron ayer como consecuencia del intento de secesión perpetrado por las autoridades catalanas, llevaron a Don Felipe a cambiar de planes. En pleno pulso separatista, el Rey optó por quedarse en su despacho, siguiendo los acontecimientos y en contacto con el Gobierno, los partidos y las instituciones clave en la defensa del Estado.
Las primeras palabras de Doña Letizia fueron sobre la ausencia de Don Felipe: «Querría primero trasladarles todo el afecto del Rey, que no puede hoy acompañarnos por razones que, estoy segura, todos comprenden». La de anoche fue la primera vez que Doña Letizia entregaba estos premios en solitario, aunque había acompañado a Don Felipe en varias ocasiones, como Princesa de Asturias y como Reina. Los galardonados en esta edición, que estuvo patrocinada por Abertis, fueron el cineasta José Luis Garci (Mariano de Cavia), por el artículo « Hollywood Gil », que fue publicado en la Tercera de ABC; el periodista chileno Cristián Zegers, director del diario «El Mercurio» (Luca de Tena) y el dibujante Andrés Rábago, El Roto, (Antonio Mingote), por su viñeta sobre la pobreza publicada en El País.
A su llegada, la Reina fue recibida a pie de coche por la presidenta editora de ABC, Catalina Luca de Tena ; el presidente de Vocento, Santiago Bergareche , y el director de ABC, Bieito Rubido . Ya dentro del edificio la esperaban la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes ; los ministros de Exteriores, Alfonso Dastis ; Defensa, María Dolores de Cospedal ; Justicia, Rafael Catalá , y Agricultura y Pesca, I sabel García Tejerina , así como el presidente de honor de Vocento, Santiago de Ybarra ; el consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez ; el director de Relaciones Institucionales de Abertis, Sergi Loughney ; el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva , y los tres premiados.
Tras recibir el saludo de los invitados, la Reina pasó a la Biblioteca de ABC , donde se custodian los periódicos de los últimos 114 años. En algunos de ellos se conservan las crónicas que escribió una jovencísima Doña Letizia cuando trabajó para ABC.
En la larga historia de estos premios, los Cavia han conocido todo tipo de avatares políticos, pero la cena de anoche fue la más excepcional de los últimos tiempos. La preocupación por España estuvo presente en la ausencia del Rey, en los discursos, en los corrillos, en el ambiente y hasta en los centros de flores que decoraban las mesas, de los colores de la bandera.
« Vivimos tiempos inciertos », afirmó la presidenta-editora de ABC, Catalina Luca de Tena, cuando abrió el acto. «Pero son precisamente los retos que nos plantea esta época convulsa los que nos motivan y obligan a redoblar el compromiso que un día sellamos con la sociedad española», afirmó. «Lejos de desanimarnos, estos tiempos de mudanza nos estimulan para defender los valores en los que siempre creímos», agregó.
Y, tras felicitar a los tres premiados, pidió a la Reina que trasladara al Rey «nuestro agradecimiento por haber sido la voz de los millones de españoles que, en un momento de zozobra , necesitaban confiar en sus instituciones y encontrar en todo lo que la Corona representa la esperanza para seguir adelante».
La Reina entregó los premios a los galardonados, y José Luis Garci tomó la palabra. Recibió el Cavia con las mismas palabras que agradeció el Oscar, incluso empezó su discurso en inglés y con el mismo esmoquin blanco con el que entonces pretendía parecerse a Humphrey Bogart. Pero anoche se sentía «como si saliera de un casting de “Narcos”». De esta forma quería transmitir que, para él, « el Cavia es tan importante como el Oscar ».
Tras recibir el premio Luca de Tena, Cristián Zegers pronunció un discurso lleno de advertencias: primero, ante «fenómenos tan destructivos como el populismo y la llamada posverdad». Y, después, sobre la lengua: « El español necesita combatir la frivolidad y pereza intelectual de quienes apelan livianamente a términos que son simples paronimias». Zegers terminó sus palabras con un apoyo «fervoroso» a la unidad de España.
Andrés Rábago, El Roto , recordó su amistad con Antonio Mingote , a quien recurrió cuando un tribunal militar le denunció por uno de sus dibujos y, gracias a su intervención, «el asunto no fue más allá de una severa crítica del juez a mi supuesto mal gusto». Además, aprovechó su intervención para hacer votos por la «tan necesaria como maltratada» prensa escrita .
El presidente del jurado y director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, recomendó a los periodistas los dos lemas incontrovertibles del escritor Adam Zagajewski : «Di la verdad» y «habla claro». «Cuando todo lo que nos rodea parece un dédalo de complejidades e incongruencias , conviene regresar a la simpleza matricial de los principios y las evidencias fundamentales», afirmó.
Catalina Luca de Tena cierra la cena con un brindis: «Como es tradición en esta Casa, ¡Por el Rey! », que fue seguido de un «¡Viva España!»
