Polémica en el festival Celsius por la presencia del escritor Orson Scott Card, acusado de homófobo
Varios escritores y escritoras ya han anunciado que no asistirán a la cita literaria por la presencia del autor de «El juego de Ender», que se ha posicionado en numerosas ocasiones contra la homosexualidad
![Adaptación cinematográfica de «El juego de Ender»](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2020/01/09/el-juego-de-ender-festival-celsius-kaKI--1248x698@abc.jpg)
Celsius 232, el festival de terror, fantasía y ciencia ficción, se celebra en la ciudad de Avilés el próximo mes de julio. Sin embargo, el hecho de que el certamen haya invitado al escritor estadounidense Orson Scott Card ya ha desatado la polémica.
La presencia del autor del best seller «El juego de Ender» ha sido criticada por varios colectivos LGTB debido a su homofobia . Ahora las escritoras de literatura fantástica Iria G. Parente y Selene M. Pascual, autoras de obras como «El Orgullo del dragón» o «La venganza del unicornio», han declinado asistir al festival, al que ya habían acudido como forma de protesta.
«No podemos comprender ni soportar la incongruencia que supone estar a favor del colectivo LGBT+ y a su vez invitar a una persona que lucha activamente contra la comunidad. No nos sentimos cómodas, por tanto, compartiendo espacio con alguien que atenta contra nuestros derechos », han señalado.
«Personalmente nos resulta imposible dar más contenido al mismo festival que legitima la presencia de alguien como Orson Scott Card», han indicado las escritoras en un apunte en Twitter recogido por EP. «La ficción es política y esta posición busca ser consecuente con lo que dice la nuestra», han sentenciado.
A ellas se sumaba poco después Javier Ruescas , autor de títulos como «Pulsaciones» o «Prohibido creer en historias de amor», a través de Twitter, donde ha explicado detalladamente sus motivos para no asistir al festival y las muestras de homofobia de Scott Card.
Tras meditarlo con calma, y con mucha pena por lo que supone para mí, he decidido rechazar la invitación al @festivalcelsius mientras se mantenga la de Orson Scott Card. No creo que todo valga, ni tampoco todos los discursos.
— Javier Ruescas 🏳️🌈 (@javier_ruescas) January 7, 2020
La organización del certamen avilesino de literatura fantástica ha publicado un comunicado en Facebook en el que afirma que no lo invitaban por su ideología, sino por su obra. «Nunca se han aplicado motivos extraliterarios ni para traer ni para descartar a nadie», afirman.
«Una vez dicho esto, somos conscientes de que en el caso de Orson Scott Card –continúa el texto–, los motivos extraliterarios, entre ellos su activismo, generan en parte del público asistente un comprensible rechazo a la figura del autor y hacen que se cuestione lo pertinente de su presencia en el festival. Entendemos esas reticencias y ante ellas sólo nos cabe ofrecer la garantía de que en las actividades oficiales del festival no se dará un altavoz para que aborde nada que no sean cuestiones literarias o creativas».
Scott Card comenzó a ser un autor polémico cuando trascendió que era miembro de la National Organization for Marriage, una asociación que lucha para impedir el matrimonio homosexual y que abandonó en 2013.
Antes de eso, el escritor dio muestras de su profunda homofobia en sendos artículos publicados en diferentes revistas. En 2004, en uno titulado «Homosexual “marriage” and civilization», escribió: «Es una mentira rotunda decir que los homosexuales están privados de cualquier derecho civil relacionado con el matrimonio. Para obtener esos derechos civiles, todo lo que los homosexuales tienen que hacer es encontrar a alguien del sexo opuesto dispuesto a unirse a ellos en matrimonio». Después añadía: «Por muy unidos que estén un par de amantes homosexuales, lo que están haciendo no es matrimonio. Tampoco la sociedad se beneficia de ninguna manera al tratarlo como si así fuera».
Antes, en 1990, publicó «The hypocrites of homosexuality» en «Sunstone Magazine». Ahí defendía que las leyes antigais deberían ser reestablecidas, haciendo que los actos de sodomía fueran condenados como delitos y los homosexuales fueran tratados como individuos inferiores.