Pilar Luna: «Es posible que este año encontremos el galeón Juncal con ayuda de España»
La gran arqueóloga mexicana recibe el premio de la Sociedad Geográfica Española y propone a Cultura cooperar en la búsqueda de la mítica nave Almiranta de la flota de 1631, hundida en la Sonda de Campeche en un temporal
Pilar Luna (Tampico, México, 1944) es la auténtica pionera de la arqueología subacuática, disciplina que desarrolló en el mundo hispano apenas unos pasos por detrás de George Bass, el primer arqueólogo que hizo una excavación bajo el mar. Científica de prestigio mundial, visita Madrid para recoger, mañana, el premio de Investigación de la Sociedad Geográfica Española .
Confiesa que llegó a la arqueología porque «tuvo la suerte de tener un mal profesor de antropología social», su primera vocación. Y culpa también un poco al destino de su camino desde entonces. Llegó el día en el que, «estudiando el salvamento del templo de Abú Simbel cuando la presa de Asuán Dios me regaló una pregunta: ¿Y qué pasa con el patrimonio que ya está bajo el agua aquí en México? » Corrió a la Biblioteca, sin saber cómo se llamaría la rama de la ciencia que estudiaba eso, y encontró, recién adquirido, el primer libro de Bass, «Archaeology under water». Y empezó a luchar por aquel sueño de estudiar en aguas continentales los rastros precolombinos y en las costas mexicanas las huellas de la era colonial. «El mundo hispano es la mezcla de los españoles que viajaron allá y los indios que vivían en América. Eso es lo que México representa exactamente », afirma con entusiasmo.
Pilar Luna era una soberbia nadadora que tuvo que sobrevivir a una grave histoplasmosis, contraída mientras excavaba en hoquedades donde había guano de murciélago, que la envenenó (tardó más de un año en superarlo, aunque con secuelas). Sobrevivió también -otra vez el destino- a un naufragio en 1984 que la hizo comprender de manera muy personal su propio objeto de estudio : los naufragios de la historia (y no le ahorró una convalecencia de otro año por las graves lesiones sufridas).
Pero volvió al agua: «Yo me fortalecía nadando y decía: Dios, ayúdame», porque no podía dejar a los científicos que venían a trabajar con nosotros sin arqueóloga. Desde entonces el camino recorrido por esta luchadora nata es una referencia mundial. La Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, bajo su mando, sentó las bases del estudio científico de los galeones y sus trabajos de décadas tuvieron también que luchar contra la ambición y la influencia de los cazatesoros, a los que ha mantenido a raya, convirtiéndose en una verdadera leyenda en la defensa del patrimonio. Hoy su trayectoria y su trabajo dan grandes frutos.
Los mejores proyectos ya en marcha
El Juncal y la flota de 1631
La búsqueda de este galeón soñado por los cazatesoros llevó a México a un gran proyecto que le convierte en un ejemplo en la defensa activa del patrimonio.
Fuerte San Diego
Este proyecto en Acapulco, zona hoy deprimida por el narco, promete ser grande. La excavación de un pozo de 1x1 metros ha dado restos de muchos siglos.
Volcán Iztaccíhuatl
En la ladera de este volcán hay manantiales y lagunas con estructuras precolombinas que ya están siendo investigadas y pronto darán resultados.
Galeón de Manila
Las playas y dunas de Guerrero Negro son un campo sembrado de porcelanas chinas y objetos de un galeón del XVI, de los primeros que viajó a Manila.
Naia
Los restos humanos de una joven de hace 12.000 años son los más antiguos de América y su estudio es el proyecto con más impacto de los últimos años.
Museo Virtual
Pronto habrá un museo online de piezas de los galeones, desde una sondaleza hasta un ancla. En Campeche pronto se podrá visitar una réplica de un pecio de 30 m.
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