Pastora Imperio: «Pertenezco a mi duende, a mi talento»
Una de las grandes figuras del baile de la primera mitad del siglo XX
Su boda con Rafael Gómez «El Gallo» el 21 de febrero de 2011 fue sonada; era la primera vez que una folclórica y un torero se unían en matrimonio. Aunque más sonada fue todavía su separación, menos de un año después (se rumoreó que la culpa fue del maltrato sistemático al que sometía el diestro a su mujer). El caso es que Pastora Rojas Monte , Pastora Imperio en los carteles –le dio este sobrenombre Jacinto Benavente, que tras verla escribió que «valía un imperio»–, buscó en los escenarios un remedio para sus males de amor. «Si yo soy de mi baile, pertenezco a mi duende, a mi talento –escribió–. Desde ahora es lo único en lo que voy a pensar. Mi alimento está sobre el escenario». Lo consiguió solo en parte; aseguran quienes la conocieron que nunca consiguió olvidarse del torero.
Pero aquel 2012 supuso el reencuentro de Pastora Imperio con los escenarios, algo que agradeció el público, atraído tanto por la calidad de la bailaora como por el atractivo del personaje. El 28 de noviembre de 1912 se podía leer, bajo el epígrafe «Teatro Romea» , esta gacetilla en ABC: «Hoy, jueves, a las siete de la tarde, gran moda en este teatro, tomando parte la inimitable artista, admiración de todo el mundo, Pastora Imperio. Esta artista, después de cinco prórrogas de su contrato, deja un recuerdo gratísimo de la labor artística que durante 62 días ha hecho en el teatro de la calle de Carretas, y la empresa, agradecida al público, ha firmado con Pastora Imperio un nuevo contrato para el 1 de marzo de 1913 . Tiene que salir a cumplir varios contratos en el extranjero, y hará su despedida el próximo domingo 1 de diciembre, y como sabe que muchas señoras no tienen la costumbre de asistir a las funciones de las doce de la noche, Pastora Imperio trabajará los jueves, viernes y sábado a las siete, diez y doce de la noche».
Lo mejor, sin embargo, todavía estaba por llegar. La bailaora sevillana –nació un Domingo de Ramos– sería la inspiradora de una de las obras maestras de la música española: «El amor brujo», de Manuel de Falla , sobre un libreto de Gregorio Martínez Sierra –en realidad de su mujer, María Lejárrraga–. Pastora Imperio la estrenó en el teatro Lara de Madrid el 15 de abril de 1915. A partir de entonces su actividad fue intermitente. En 1934 consiguió el divorcio y vivió unos años de intenso trabajo en el escenario, que se fue diluyendo hasta su retirada definitiva en 1959. De aquí hasta su muerte regentó un tablao llamado –no podía ser de otro modo– «El Duende».
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