Luto en la Historia del Arte en España por la muerte de Jonathan Brown
Máxima autoridad en Velázquez, el gran hispanista norteamericano dedicó toda su vida al estudio de la pintura española del Siglo de Oro
![Jonathan Brown, en el Casón del Buen Retiro en 2011](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2022/01/18/brown-U64083342417QZV-1240x698@abc.jpg)
Cada vez que aparecía en el mercado la atribución de una obra a Velázquez (y ha habido un aluvión de ellas en los últimos años), era misión obligada para los periodistas consultarlo con Jonathan Brown , máxima autoridad mundial en el trabajo del artista sevillano. Unas veces el cuadro en cuestión obtenía su beneplácito (‘Retrato de un hombre’ del Metropolitan Museum de Nueva York); otras, en cambio, se topaba con sus dudas para desgracia de los propietarios (‘La educación de la Virgen’ de la Universidad de Yale). Tras desplazarse a New Haven y ver el cuadro, Brown echó por tierra la autoría: «No podemos conceder el título de doctorado en pintura a este cuadro». «Si tuviera que examinar cada atribución que se hace a Velázquez tendría que dejar la investigación y la docencia», se lamentaba.
El prestigioso historiador del Arte e hispanista norteamericano, nacido en Springfield (Massachusetts) en 1939, ha muerto a los 82 años tras una larga enfermedad , dejando una brillante carrera a sus espaldas. Maestro de historiadores , el viejo y sabio profesor de las Universidades de Nueva York y Princeton dedicó toda su vida al estudio de la pintura española del Siglo de Oro (ya desde su tesis doctoral), de la que fue uno de los mayores especialistas. En especial, Velázquez, una pasión platónica y confesa desde que descubrió sus obras en el Prado –que comenzó visitando como turista y estudiante, allá por 1959–, y que ya nunca abandonaría en 64 años. Pero también se interesó por el arte hispanoamericano de los siglos XVI y XVII.
Su amado Museo del Prado , hoy de luto, al igual que toda la Historia del Arte, ha sido testigo de su buen hacer. Brown dirigió la tercera edición de la cátedra de la pinacoteca (‘La pintura del Siglo de Oro: perspectivas personales’), que dio como resultado el libro ‘Reflexiones de un hispanista a la sombra de Velázquez’; ha impartido numerosas conferencias y ha sido comisario de celebradas exposiciones como ‘Velázquez, Rubens y Van Dyck’ en 1999, en conmemoración del IV centenario del nacimiento del pintor español, o ‘ La Almoneda del Siglo . Relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña. 1604-1655’, organizada junto con John Elliott en 2002, que recreaba la colección que Felipe IV mandó comprar tras la decapitación de Carlos I de Inglaterra.
Una brillante pareja
Brown y Elliott han sido al arte lo que Bogart y Bacall o Hepburn y Tracy al cine. Formaban una extraña pero brillante pareja : grandes amigos y colegas, les separaban un continente (Elliott nació en Reading, Reino Unido, en 1930), nueve años y unos cuantos centímetros de estatura, pero les acercaba el amor de ambos por España, su historia y su patrimonio artístico. Tuvieron que ser dos extranjeros quienes pusieran en valor nuestro Siglo de Oro como pocos españoles han hecho. Siempre tendremos una deuda impagable con ellos. Juntos también publicaron en 1981 ‘Un palacio para el rey: el Buen Retiro y la corte de Felipe IV (reeditado en 2003).
En 2005 el Prado inauguró la exposición 'El Palacio del Rey Planeta. Felipe IV y el Buen Retiro' , que contaba con Brown y Elliott como asesores científicos. Ambos siempre apostaron por rescatar el Salón de Reinos en el edificio que albergó durante años el Museo del Ejército y, concretamente, por volver a llevar a su espacio de honor, del mismo nombre, las pinturas que un día colgaron allí, como ‘Las Lanzas’ velazqueñas. «Ahora que parece inminente el inicio de las obras del Salón de Reinos, conviene recordar que sin Brown y Elliott probablemente nunca hubiera sido una realidad. Su inauguración será el mejor modo de recordar y agradecer su gran contribución al Prado y a nuestro país», subraya Miguel Falomir, director del Prado , en su obituario. «El Prado ha sido tan importante para Brown como Brown lo ha sido para el Prado», añade Falomir.
La autoridad académica de Jonathan Brown no se limitó a Velázquez. También abordó estudios sobre El Greco, Zurbarán, Ribera o Murillo , de quien publicó el catálogo razonado de sus dibujos. El español José López Rey fue su maestro: siguió los pasos de sus investigaciones y le sucedió en la cátedra de Nueva York. Brown fue uno de los primeros en reconocer la contribución de Julián Gállego . Con Carmen Garrido publicaría en 1998 ‘Velázquez, la técnica del genio’. Su último libro fue ‘No solo Velázquez’ (2020).
Además del Prado, Jonathan Brown tuvo vinculación con otras instituciones artísticas españolas: era miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la de San Carlos de Valencia y formaba parte del Patronato de la Fundación Duques de Soria. Fue distinguido con importantes reconocimientos , como la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1986, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio en 1996, y los premios Nebrija, en 1997, y Bernardo de Gálvez, en 2011.