Los misterios que rodean al tesoro de la Edad de Bronce enterrado en la orilla del Támesis
Hachas, espadas, lanzas, pulseras, dagas y lingotes de cobre... Un total de 453 piezas datadas hace más de 3.000 años, entre 800 a. C. y 900 a. C
Las orillas del Támesis arrojaban el tercer mayor descubrimiento de la Edad de Bronce de la historia del Reino Unido. Los arqueólogos acudían a la llamada de un sitio en construcción en Havering antes de realizar la extracción de grava y allí lo encontraron: Hachas, espadas, lanzas, anillos, dagas y lingotes de cobre... Un total de 453 piezas datadas hace más de 3.000 años, entre 800 a. C. y 900 a. C.
Denominado el «Tesoro de Havering», el hallazgo ha sido sometido a un minucioso estudio por parte de los especialistas, que han descubierto claves de la Edad de Bronce hasta ahora desconocidas, aunque no han logrado descifrar el mayor misterio: la enigmática agrupación de las piezas enterradas.
La mayoría de ellas aparecen dañadas, pero todas fueron recogidas y enterradas juntas en un pozo de dos metros de diámetro . «Acaparar es un hecho que vemos mucho en la edad de Bronce. Pero no tenemos todas las respuestas . Nuestro conocimiento de la Edad del Bronce es bastante fragmentario», ha afirmado Kate Sumnall, del Museo de Londres, donde el tesoro será expuesto a partir del próximo mes de abril.
Los expertos señalan que podía tratarse de una tienda de armas o herreros o una zona de reciclaje (el bronce puede fundirse un número ilimitado de veces). «Tenemos armas; un montón de herramientas relacionadas con el trabajo con madera, como gubias y cinceles, y muchos objetos relacionados con el trabajo con el metal, como lingotes que se fundirían para poder realizar herramientas y armas de bronce», ha indicado Sumnall a The Guardian .
La especialista ha añadido que, aunque el tesoro incluía pulseras , había pocas piezas de joyería, y que las hachas encontradas eran más típicas de otras zonas de Europa . «No es un asentamiento aislado. Está en conexión con zonas más grandes de Europa, con mucho comercio, mucho movimiento, mucha comunicación de ideas y de bienes. Las hachas parecen haber cruzado en Canal de La Mancha por ese comercio o por las personas que las llevaron consigo para hacer su trabajo», ha explicado esta especialista.
El peculiar agrupamiento podía tratarse también de una ofrenda para los dioses . Esta última era una práctica común en esa etapa de la prehistoria apaciguar a sus dioses y, además, las ofrendas se hacían enterrando el sacrificio en el suelo o colocándolo en agua.
Sumnall lanza otra hipótesis , relacionada con el cambio climático que sufrió la Edad de Bronce, por el que los niveles de agua estaban creciendo: «Si los asentamientos se encontraban cerca de los ríos, las personas que allí vivían tuvieron que mudarse , así que las armas pudieron ser enterradas».
El otro gran misterio que rodea a este tesoro es el hecho de por qué no se había recuperado antes , ya que unas fotografías aéreas tomadas en la década de los sesenta ya mostraban que el enclave podía albergar secretos.
«Desde las instantáneas se pueden ver señales de antiguos cultivos y, por ende, movimientos de tierra, que marcaban el contorno de un cercado de la Edad de Bronce », ha indicado Sumnall.
Noticias relacionadas