El milagro cultural de Madrid
La ciudad, con una actividad continuada desde junio, es una excepción con respecto a otras capitales
![Colas en el Museo del Prado, en septiembre de este año](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2020/12/04/Prado-U58286774667ENG-1248x698@abc.jpg)
En la página web del Museo del Louvre, en París , un aviso advierte de que, «debido a las medidas tomadas por el Gobierno para evitar la propagación del Covid», el museo permanecerá cerrado hasta el 15 de diciembre. En Londres, los teatros del West End no han recibido la autorización de las autoridades para reabrir sus puertas; solo diez de ellos lo hicieron anteayer jueves, y con el cincuenta por ciento del aforo (en ningún caso se permite superar los mil espectadores); el British Museum, otra de las joyas de la corona cultural británica, reabrió a finales de agosto, pero tuvo que volver a cerrar y no ha podido abrir sus puertas nuevamente hasta esta semana. En Nueva York , hace ya varias semanas que el Metropolitan, su principal teatro de ópera, anunció la cancelación de la temporada 2019/2020, y tiene previsto reabrir sus puertas el 27 de septiembre del año que viene. La catedral operística por antonomasia, la Scala de Milán , por su parte, reabrió casi de una manera simbólica el 6 de julio, con una serie de conciertos, y reabrirá sus puertas con su habitual apertura de temporada el 7 de diciembre, festividad de San Ambrosio; pero no lo hará con una producción operística, sino con un macro-concierto con un pomposo nombre -«Para ver las estrellas de nuevo»- en el que estarán, eso sí, muchas de las más grandes voces de nuestros días.
En Madrid, el Museo del Prado reabrió sus puertas el 6 de junio -con restricciones en su aforo, eso sí, y estrictas medidas sanitarias para garantizar la seguridad del público y los trabajadores-. El mismo día lo hacía el Museo Reina Sofía , otro de los buques insignia de la cultura madrileña. Pocos días después, el 17 de junio, fueron los Teatros del Canal , dependientes de la Comunidad de Madrid, los que ofrecieron su primer espectáculo post-confinamiento: «El amor brujo», con Israel Galván. Apenas dos semanas más tarde el Teatro Real levantaba el telón con una «producción semiescenificada» de «La traviata», que se convirtió en la envidia y el asombro de todos los teatros de ópera internacionales.
«La cultura es segura»
Hace unas semanas, el diario alemán « Die Welt » bautizaba como « el milagro de Madrid » la reversión de la situación sanitaria en la Comunidad madrileña, que generó numerosas críticas y una abierta campaña contra la presidenta, Isabel Díaz Ayuso . El «milagro» puede extenderse también al mundo de la cultura. Desde hace meses, los profesionales del sector han repetido como un mantra un eslogan: la cultura es segura. Y como aval presentan el hecho de que no se ha registrado ningún rebrote de la enfermedad en ningún teatro, cine o museo.
Joan Matabosch , director artístico del Teatro Real , decía a principios de septiembre que las funciones de «La traviata» que el coliseo presentó en julio tuvieron «una repercusión internacional inimaginable, increíble. Ha sido un ejemplo; servimos de guía para muchos teatros. Pero a ver... nosotros cancelamos mientras no hubo otro remedio, pero en cuando pudimos imaginar una solución alternativa para no hacerlo. Cancelar era la opción más cómoda, claro, pero hay que intentar buscar soluciones para levantar el telón. Realmente me sorprendió que fuéramos prácticamente el único teatro del mundo que lo hiciéramos y fuéramos un ejemplo».
Hoy en día, «tanto la región como la ciudad de Madrid han retomado su actividad habitual en lo que a propuestas artísitcas se refiere -dicen fuentes de la Comunidad-; existe ahora mismo una constelación de propuestas culturales para todos los públicos y todos los gustos, que hacen que Madrid tenga una vida cultural vibrante, segura y concienciada».
Dentro de esa vida cultural, los teatros ocupan un lugar importante como locomotora de la actividad. A la espera de que reabran sus puertas los teatros que albergan los grandes musicales, que viven fundamentalmente del ahora casi inexistente turismo, son mayoría las salas que tienen abiertas sus puertas , gracias también al apoyo de las distintas administraciones; hay más de cuarenta teatros activos en estos momentos (con una limitación de aforo del 75 por ciento) entre teatros nacionales, de la Comunidad, municipales y, lo que es más notable, privados. «El público quiere ir al teatro -decía hace unas semanas el productor Enrique Cornejo -. Nadie ha procurado elevar el estado anímico de los ciudadanos. Tenemos que seguir haciendo la vida lo más normal posible en los teatros».