México requisa el terreno de la construcción ilegal que amenazaba la antigua ciudad de Teotihuacán
El propietario del predio había ignorado las repetidas órdenes para detener esta edificación prohibida junto a las ruinas Patrimonio de la Humanidad
Cerca de las imponentes pirámides de lo que alguna vez fue la ciudad más grande de América, Teotihuacán , una construcción ilegal amenazaba con dañar irremediablemente los restos arqueológicos de templos y otras estructuras antiguas. El propietario del terreno había ignorado durante los últimos dos meses los llamamientos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para detener esta construcción prohibida y tras la denuncia presentada por el INAH «por realizar obras sin la autorización del Instituto y ocasionar daños irreparables al patrimonio arqueológico de México », la Fiscalía General de México ha terminado por requisar el terreno que la alberga.
En un comunicado conjunto, el INAH y la Secretaría de Cultura señalaron que «se colocaron diversos sellos en el perímetro del inmueble», en los que se establece su aseguramiento.
De acuerdo con la Fiscalía se incautaron de las parcelas 19 y 23 en Oztoyahualco, municipio de Teotihuacán, en el céntrico Estado de México, y en la acción participaron 250 agentes de la Guardia Nacional y 60 agentes de la Policía Federal Ministerial, además de peritos especializados en la materia. «Una vez asegurado el inmueble, éste quedó a resguardo de la Policía Municipal de Teotihuacán , a petición de la FGR (Fiscalía General de la República)», se indicó.
El pasado 21 de abril, el INAH informó de que no estaban permitidos los trabajos en el predio de aproximadamente siete hectáreas cerca de la zona arqueológica. «Debido a que los estudios especializados señalan que es un espacio de alto potencial arqueológico, con la probable existencia de, al menos, una veintena de estructuras arqueológicas », dijo.
El 4 y 5 de marzo de 2021, personal del INAH realizó una primera visita de inspección y confirmó que las obras «se realizaban de manera irregular» y colocó unos sellos de suspensión. Posteriormente, el 30 de marzo, en una nueva visita de verificación corroboró que los sellos de la primera suspensión «habían sido violados y las obras continuaban de manera ilícita » por lo que nuevamente colocó sellos de suspensión y el 20 de abril interpuso una denuncia .
Rogelio Rivero Chong, director de la zona arqueológica de Teotihuacán, se había quejado en una entrevista de la falta de intervención de la policía que, a su juicio, mostraba la «total impunidad» del dueño de la propiedad.
Fundada en el año 100 a.C. a unos 50 kilómetros al noreste de Ciudad de México, Teotihuacán fue una gran metrópoli sagrada de al menos 100.000 habitantes, conocida por sus pirámides y cuyos orígenes y pobladores siguen siendo todavía inciertos. Las ruinas de la ciudad, caída alrededor del 650 d.C., fascinaron a los distintos pueblos que se asentaron en el actual Valle de México, entre ellos los aztecas, quienes bautizaron la ciudad con el nombre actual.
Un alto muro de bloques de cemento rodea la construcción ilegal, ubicada en dos parcelas en un área conocida como Oztoyahualco que se cree que es uno de los distritos más antiguos de la ciudad antigua. Un estudio arqueológico pasado indica que allí había un complejo ceremonial con al menos tres templos y unas 25 estructuras separadas.
Teotihuacán fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1987, una designación que requiere la protección gubernamental continua del sitio.
Varios destacados académicos habían pedido en los últimos días al gobierno que actuara. «Para mí, esto duele mucho», dijo Linda Manzanilla, una arqueóloga teotihuacana veterana de la Universidad Nacional Autónoma de México, refiriéndose a esta última construcción ilegal.
Durante una de sus excavaciones en Teotihuacán en la década de 1980, desenterró un complejo residencial en Oztoyahualco donde vivieron una vez trabajadores de estuco, junto a un importante taller de obsidiana, no lejos de los tres templos actualmente amenazados.
Manzanilla señaló que la construcción ilegal se encuentra en un área al oeste de la Pirámide de la Luna, donde otras excavaciones cercanas han revelado estructuras elaboradamente decoradas construidas alrededor de plazas en una parte densamente desarrollada de la antigua metrópoli. « Es muy probable que haya complejos muy grandes allí », dijo.