La original protesta en Holanda: museos, auditorios y teatros se vuelven gimnasios y peluquerías por un día
Con esta iniciativa buscan mostrar su disconformidad contra las normas del gobierno, que solo ha permitido la reapertura de estos establecimientos
Hecha la ley, hecha la trampa. Boris Johnson no está solo en su cruzada contra las restricciones contra el coronavirus que él mismo se encargó de dictar en el Reino Unido. Tras un confinamiento estricto desde mediados de diciembre, Holanda anunciaba hace unos días una relajación de sus medidas y permitía abrir sus puertas a gimnasios, peluquerías, salones de belleza y burdeles, y las tiendas no esenciales, hasta las cinco de la tarde.
Pero esas migajas no han saciado el hambre de libertad. Más bien al contrario, el descontento acumulado de la población ha ido escalando puntos hasta organizar protestas por todo el país . Tras la apertura «clandestina» de bares y restaurantes, le ha tocado el turno a la cultura.
Por un día, 'La joven de la perla' asistía atónita a una clase de gimnasia en el Mauritshuis de La Haya mientras en el Concertgebouw de Ámsterdam (la sala de conciertos más importante de la capital) la orquesta tocaba la Sinfonía n° 2 de Charles Iver compartiendo escenario con dos peluqueros con tijeras en mano pero sin secador, las obras de Van Gogh se han codeado con un barbero y varias manicuras inspiradas en el pintor holandés o las esterillas de yoga se extendían sobre las ilustres salas el Rijksmuseum .
En Holanda ómicron cierra las salas de concierto pero el Gobieno permite que abran las peluquerías. Para denunciar este sinsentido abre hoy el Concertgebouw de Ámsterdam y la orquesta toca una sinfonía con invitados sorpresa pic.twitter.com/9QIPxZHCrO
— Materlín (@Maeterlinck) January 19, 2022
Las insólitas imágenes de museos, teatros y cines de todo el país reconvertidos en peluquerías, salones de manicura y gimnasios improvisados han dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales, que han aplaudido la genuina forma de subir el telón.
«Queríamos que comprendieran que una visita al museo es segura y que debemos estar abiertos», ha afirmado a AFP la directora del museo Van Gogh, Emilie Gordenker, que también ha incidido en la importancia de cuidar la salud psicológica , un tema muy relevante para la institución que representa «debido a la propia situación mental de Vincent».
En un mensaje de Twitter, el ministra de Cultura , Gunay Uslu, se mostró comprensiva con la protesta, pero pidió precaución . «El sector cultural está llamando la atención sobre su situación de forma creativa. Entiendo el grito de ayuda y que los artistas quieran mostrar todo lo bello que tienen para ofrecernos. Pero la apertura de la sociedad debe ir paso a paso . La cultura ocupa un lugar destacado en la agenda».
Pese a ello, la original acción no ha estado exenta de respuesta por parte de las autoridades, y la policía advirtió a algunos de los 70 sitios que participaron en la acción.