Liliana Colanzi, VII premio Ribera del Duero: «El cuento no es una elección para mí»
La escritora boliviana obtiene la aprobación unánime del jurado por el libro ‘Ustedes brillan en lo oscuro’.
Un jurado formado por Rosa Montero, Marta Sanz y Cristian Crusat ha reconocido a la escritora boliviana Liliana Colanzi con el VII Premio de narrativa breve Ribera del Duero por su libro de relatos ‘Ustedes brillan en lo oscuro’, del que destacaron de forma unánime «la originalidad y potencia expresiva» de un estilo que se mueve entre la «ciencia ficción y el realismo» y «sitúa al lector ante el desconsuelo y la inquietud de la vida».
El premio, entregado este jueves en Madrid, tuvo como finalistas ‘Una grieta en la noche’, de Laura Baeza, ‘Pombero’ de Marina Closs, ‘Un meteorito flamígero’, de Pedro Juan Gutiérrez y ‘Todo lo que aprendimos de las películas’, de María José Navia. Los cuentos de Liliana Colanzi, aseguran los editores de Páginas de Espuma, «brillan desde ese centro andino, mestizo y universal para trasladarnos a un tiempo que se expande y se contrae, a un espacio de partículas oscuras y radiantes que se mezclan en nuestra lectura».
Este es el tercer libro de relato de Colanzi tras ‘Vacaciones permanentes’ (2010) y ‘Nuestro mundo muerto’ (2016), este último traducido al inglés, italiano, francés, holandés y danés. Ganadora del premio literario Aura Estrada, en México, fue incluida entre los 39 mejores escritores latinoamericanos menores de 40 años seleccionados por el Hay Festival (Bogotá39‐2017). Actualmente, Colanzi enseña literatura latinoamericana y escritura creativa en la universidad de Cornell.
El cuento: género y combate literario
El tiempo como desecho, el tiempo como ruina. Esa es la columna vertebral de ‘Ustedes brillan en lo oscuro’, un libro donde se tejen tiempos geológicos, mitológicos e históricos que plantean una lectura arqueológica de lo humano. «El devenir de hombres y mujeres que somos hibridan un pasado ancestral de volcanes y estrellas, de divinidades y alumbramientos, de leyendas y folclore con un presente de revoluciones y dictaduras, de desastres medioambientales y energéticos, de feminicidios y desaparecidos, de tecnología y comunicación», aseguran los responsables de Páginas de Espuma sobre la lectura de conjunto del libro.
La propia autora desarrolla su concepción e interpretación del tiempo como territorio estético reflejado en su obra. «Es un tema que está muy presente en varios de los cuentos», explica, recién aterrizada en España. «Me interesan las dislocaciones del tiempo. La literatura se aproxima al tiempo desde la escala de la vida humana, y aunque suene ambicioso, quería trascender eso». El cuento que da título al libro está inspirado en el accidente radiológico que ocurrió en Brasil, a finales de1987, y que demuestra de qué forma algo como unos desechos nos trascienden. «Su toxicidad durará más de trescientos años».
La idea de vivir en la ruina de hechos históricos traumáticos, o de negarse incluso al propio paso del tiempo, queda reflejado en cuentos como ‘El camino angosto’, donde un pueblo se aferra a sus costumbres y evita cualquier influencia como una forma de eludir el progreso, y otros relatos como ‘La deuda’, en el que refleja cómo otros lugares que fueron centro del esplendor acaban en ruinas devorados por la selva y la maleza.
El tiempo como gran paradoja, esa es la clave de este libro, y en buena medida de la obra de Liliana Colanzi, que ha desarrollado toda su obra alrededor de ese género literario. «El cuento para mí no es una elección. Es una relación difícil. En muchas ocasiones me lleva a lugares sin salida que requieren de mí un tiempo de espera y un saber por dónde atacar». «Descubrir cuál es el corazón de un cuento puede tomar mucho tiempo».
Narrativa latinoamericana
Este premio constata la pertenencia de Liliana Colanzi a una constelación de voces latinoamericanas cada vez más importantes y que han encontrado en el relato breve un espacio estético fértil. «Este es un buen momento para muchas escritoras. Y aunque hay búsquedas bastante diferentes, son responsables de una renovación en la sensibilidad asociada a ciertos géneros, Mariana Enríquez por ejemplo colocó el horror en un espacio central, lo mismo se puede decir de Mónica Ojeda. Todas las autoras contribuyen a descubrir ángulos que antes no eran tan visibles».
Dentro del mapa regional, la literatura boliviana a la que pertenece Colanzi posee una resonancia específica en distintos géneros literarios, desde Jaime Saenz hasta voces como las de Hilda Mundy o María Virginia Estenssoro. También a Giovanna Rivero, Maximiliano Barrientos, Gabriel Mamani o la poesía de Iris Kiya, Lucía Carballo, Juan Pablo Piñeiro, Rodrigo Urquiola. «La lista es grande y a pesar de que la literatura boliviana no sea tan conocida como podría hay muchos autores valiosos trabajando en obras bastante diversas y potentes».
Séptima añada de un premio
Desde su creación en 2008, el Premio Internacional Ribera del Duero se ha consolidado como un galardón de prestigio literario. Este año, Liliana Colani toma el testigo al argentino de Marcelo Luján, quien fue reconocido por ‘La claridad’.
En años anteriores, el jurado reconoció la obra de Javier Sáez de Ibarra y Marcos Giral Torrente, en su primera y segunda edición. Guadalupe Nettel fue la tercera ganadora, seguida de Samanta Schweblin y de Antonio Ortuño.
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