La libertad, la tecnología y el lenguaje inclusivo marcan el Congreso de la Lengua
Vargas Llosa se anticipó al anunciar que la próxima edición sería en Arequipa, Perú
Ha terminado el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) como empezó: con polémicas y debates , que son las dos caras de una misma moneda que se diferencian en el tono y la fineza de los argumentos. En la última jornada del este festejo –adornado ayer con bailes cordobeses por las calles– se volvió a hablar de lenguaje inclusivo y del pasado imperial , y de si es mejor decir castellano o español. Nada nuevo bajo el sol. Bueno, sí: la gramática de las máquinas y las inteligencias artificiales , tercera pata del sarao.
Se han puesto de acuerdo en esto Luis García Montero , director del Instituto Cervantes, y Santiago Muñoz Machado , su homónimo en la Real Academia Española: ha sido el congreso de la libertad, donde se ha discutido de todo y desde todas las perspectivas que se han querido. «Ha estado muy bien. Se trataba de esto», resume el primero, alegre de que se hayan abordado asuntos que se salían del programa, con especial mención al lenguaje inclusivo, tema muy candente en esta orilla del Atlántico.
«No hace falta ser muy astuto para darse cuenta de que esto se ha convertido, en Argentina muy especialmente, en un problema que está en la calle, que plantean cada vez más personas», añade Muñoz Machado. ¿Ha tomado nota la Academia? «La Academia no cambia las maneras de hablar y mucho menos las impone . Si el pueblo la acoge, si con el tiempo tiene éxito la fórmula y va siendo incorporada al lenguaje ordinario, la Academia no tendrá más remedio que reconocerlo», afirma. Por el camino, por cierto, los hablantes y escribientes que hagan lo que quieran: ceñirse a la corrección o impulsar el cambio. «La libertad de expresión y de manejo del idioma es una de las libertades esenciales. Como si quieren escribir en glíglico».
Pues eso, libertad, esa con la que Mario Vargas Llosa anunció el miércoles que el próximo CILE será en Arequipa (Perú) . «Os esperamos con los brazos abiertos», clamó entre aplausos, para pasmo de más de uno, sobre todo del director de la RAE: «En la Asociación de Academias de la Lengua Española no hemos deliberado sobre eso. Va a haber que hacer lo que ha dicho, pero eso no quita que se haya anticipado a la resolución ».