El ladrón de arte que se delató en un correo electrónico
Condenado un transportista de Austria por robar antigüedades chinas o pinturas de Klimt o Schiele por valor de 1,3 millones de euros
Un camionero austriaco de 45 años que «confesó algunas de sus fechorías» fue condenado el lunes en Viena a dos años de cárcel condicional por haber robado obras de un depósito por valor de 1,3 millones de euros , según declaró a la AFP la vicepresidenta del tribunal, Christina Salzborn.
Según el acta de acusación, este empleado de una empresa de transporte, que alquilaba locales destinados almacenar obras de arte que requerían especiales condiciones de seguridad, es sospechoso de haber robado más de treinta objetos de arte entre 2012 y 2013 , entre ellos bronces chinos antiguos o dibujos y pinturas de Gustav Klimt y Egon Schiele , dos de los artistas más famosos de Austria.
El camionero actuaba sin generar sospechas, pero se buscó su propia ruina. El año pasado se puso en contacto con un registro de obras de arte robadas, Art Loss Register (ALR), con sede en Londres. Preguntó si una vasija que databa de la dinastía de los Zhou del siglo XI a.C., que había desaparecido previamente de la capital británica en 2013 y que era buscada por la Interpol, figuraba entre los objetos buscados.
Según la policía austríaca, el hombre pensó que si en esa base de datos no se informaba del robo podría venderlo sin llamar demasiado la atención. Aunque el transportista no cuenta con una formación específica en historia del arte ni restauración, «al menos tenía un buen sentido de los objetos de arte valiosos», dijo el portavoz policial Markus Dittrich cuando se destapó el caso el pasado diciembre.
Aunque es «poco común» ser contactado por un ladrón , el hecho de que la petición viniera de un desconocido que usaba una dirección de correo sospechosa», llevó a la organización a contactar a la policía austriaca, dijo a la AFP Amelie Ebbinghaus, directora de ALR.
Los investigadores rastrearon al internauta hasta dar con su pista. Descubrieron obras que adornaban su vivienda y otras escondidas en el desván de la casa de sus padres .
«Era un coleccionista que no tenía recursos para obtener las obras que le apasionaban» y las sacó del depósito «al que tenía acceso», dijo Dittrich, portavoz de la policía de Viena. «Muchas obras no habían sido aún clasificadas como robadas y sus propietarios creían que estaban en el depósito», agregó.
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