Juan Gómez-Jurado-Diario de una epidemia
Día 22: el tiempo
«Me preocupa que esté desapareciendo el tiempo. Estamos tan acostumbrados a él, tan inmersos en nuestra realidad cotidiana que hemos dado el tiempo por sentado»
No sé en qué día vivo. Me preocupa que esté desapareciendo el tiempo. Estamos tan acostumbrados a él, tan inmersos en nuestra realidad cotidiana de trabajo, comida, conversación, sueño, que hemos dado el tiempo por sentado. El natural transcurrir de los días, los pequeños desafíos, las alegrías, las frustraciones, se vuelven todo nuestro horizonte. El tiempo mismo se vuelve un sedante que nos anestesia acerca de la única realidad indiscutible. Todo lo que somos, lo que tocamos, lo que masticamos, lo que poseemos y nos follamos, a lo que hacemos daño y lo que nos lo hace, existe en un aquí y ahora que comienza en nuestra piel y acaba en nuestros pensamientos. Cuando nos retiran el tiempo, esa crudelísima realidad es todo lo que queda. Esto es lo que eres, esto es lo que hay, esto es lo que queda.
Es tan difícil de asimilar esa realidad que dedicamos toda la vida a evitarla. Nuestra sociedad, nuestra cultura, nuestro cerebro. Los tres pilares de una perfecta obra de ingeniería dedicada a un único fin: esquivar la insoslayable verdad de la carne. Que es una prisión que se desmorona.