Diario de una epidemia
Día 61: No juzgar
Vivimos en un mundo infantilizado, ridículamente naïf, en el que cualquier actitud irresponsable sostenida en el tiempo es problema de otros, nunca nuestra
Leo en el Twitter de Chuck Wendig , autor de fantasía norteamericano, el siguiente mensaje: «MIÉRCOLES: El mundo es muy estúpido ahora mismo, y nadie debería juzgarte por vivir tu vida lo más extraña y llena de tonterías que se te ocurran. Di… a la mierda con todo, come cereales de un jabón, sin pantalones, en la terraza, con una máscara de las Tortugas Ninja y con el altavoz a todo volumen». Estoy sólo parcialmente de acuerdo con él. Vivimos en un mundo infantilizado, ridículamente naïf, en el que cualquier actitud irresponsable sostenida en el tiempo es problema de otros, nunca nuestra. Que no debo meter los dedos en el enchufe lo sé desde los 5 años, porque mi padre me lo explicó, y cuando me he dado calambrazos con los cables pelados sé que ha sido culpa mía, por no bajar los plomos, y no se me ocurre demandar a Endesa. No creo en un mundo en el que el Estado tenga que ser responsable de mis malas decisiones, mucho menos de manera preventiva a través de la coerción, sino en un mundo en el que ejercer la responsabilidad de forma adulta. Quizás si mantenemos la tontería de puertas para adentro, de puertas hacia afuera no viviríamos el espectátulo tan terrible que estamos viviendo. Por otro lado, esto lo está escribiendo un señor sin pantalones.