Juan Gómez-Jurado - diario de una epidemia
Día 53: Ausencia de control
Creo que no soy el único que pensaba que esta cuarentena que nos hemos encontrado la iba a utilizar para, por fin, leer aquellos libros que se nos hacían bola sin saber por qué, ver esa serie que se te pasó en su día y de la que todo el mundo te habla maravillas pero tú, metido en la vorágine de ver la serie de la semana, no encontrabas tiempo para ese clásico. Todos pensábamos que al fin tendríamos tiempo para ese ciclo de Eric Rohmer, para leer la etapa de John Byrne y Chris Claremont enterita al fin, para escucharse todo Bach, para aprender a hacer pan con masa madre.
Pero la cabeza ha decidido que no, que bastante tiene con sobrevivir. Más allá de lo que tengas que hacer la siguiente media hora y siempre que sean cosas mecánicas como planchar, ordenar cajones o planificar nuestra siguiente salida al super para que no se nos olvide nada básico. Igual que nuestra prepotencia nos hizo pensar que aquello que pasaba sólo le iba a pasar a los de fuera, a los de muy lejos, ahora estamos teniendo un nuevo caso de «puesta en nuestro sitio» descubriendo que no tenemos control ni siquiera sobre nuestra propia capacidad de concentración. Y, si ni siquiera eso nos pertenece… ¿qué nos queda?