Día 47: A setas o a Rolex

Iban dos vascos por el monte buscando setas y de pronto uno de los dos encuentra un Rolex de oro en el suelo y se lo comenta feliz a su compañero, el cual le responde enfadado: «Patxi, a ver si nos centramos, ¿estamos a setas o a Rolex?». Me perdonarán ustedes que comience esta entrada por el chiste archiconocido, pero a veces la inmensa complejidad y sutileza de la macroeconomía —y de casi todo, en general— solo puede ser explicada con un chiste.

Te tiras toda la vida haciendo un MBA, una carrera, levantando una empresa, haciendo números, tomando un millar de pequeñas decisiones trascendentales, cuidando de tus empleados, atendiendo a tus clientes, y… paf. Llega SARS-CoV-2, con sus siglas rimbombantes y su tamaño ínfimo, y te reduce a un chiste.

¿Abro con las condiciones del gobierno y renuncio a los ERTES, o dejo pasar el tiempo y corro el riesgo de desaparecer? ¿Setas, o Rolex? Jugársela a un chiste de vascos es la mayor jodienda que muchos de los que nos leen, con las ojeras hasta los pies y las almohadas empapadas en lágrimas, afrontarán en su vida. O reírse, o saltar por la ventana.